Aunque parezca insólito, el traductor norteamericano oriundo de San Francisco (California) y quien por años trabajó en Berlín (Alemania), Timothy Brown, pudo ser curado del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) con un trasplante de células madres, un procedimiento prohibido por el gobierno federal de los Estados Unidos y otras potencias...
Su caso, es considerado por los científicos e investigadores como un rayo de esperanza, cuando todavía se cree que la pandemia es incurable. El mundo se sigue preguntando a 30 años de la aparición de la enfermedad crónica, el porqué países como Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Inglaterra, mantienen la prohibición contra trasplantes de células madres, procedimiento capaz de regenerar todas las células del cuerpo humano y reconvertirlas en curativas, no importando la enfermedad.
A Brown, se le diagnosticó con SIDA en 1995 y hasta el 2006 estuvo tomando medicamentos, enterándose que tenía leucemia. Sus médicos decidieron que el mejor tratamiento era el trasplante de células madres o troncales, generalmente logradas cuando se trasplantan médulas óseas. Uno de sus doctores, averiguó lo que ocurriría si esas células, provenían de un paciente que naturalmente es inmune al SIDA. Sólo el 1% de hombres caucásicos que tienen mutaciones genéticas que los hace inmunes a la pandemia, existe en el mundo.
Esas mutaciones, según los investigadores podrían derivarse de las generaciones que sobrevivieron a la época de la Gran Plaga en Europa y que no tienen una “puerta abierta” para el virus del SIDA. Los galenos que trasplantaron a Brown, emprendieron la peligrosa cirugía de aniquilar su sistema inmune con quimioterapias y radiación. Luego le trasplantaron las células madres de un donante que es inmune al SIDA.
Esperaron que esas células, compatibles con las de Brown, comenzaran a crecer en el cuerpo del paciente. Luego de años de la operación, Brown, ya se olvidó de medicamentos contra el SIDA y los rastros de la enfermedad no han podido ser hallados jamás en su sangre. Se ha comprobado que además del SIDA, ese trasplante puede curar definitivamente el cáncer, la diabetes, el Mal de Alzheimer, el Mal de Parkison, la osteoporosis, la invalidez, el enanismo y hasta el Síndrome de Down (mongolismo). Se estima que más de 33 millones de humanos padecen del virus (HIV) y el SIDA (virus desarrollado), estando la República Dominicana entre las principales naciones del mundo con más altos índices de infectados.
En estados Unidos, alrededor de 1 millón de habitantes es víctima del SIDA. La enfermedad apareció en 1981, después que el Centro de Control para las Enfermedades (CDC) con sede en Atlanta (Georgia), reportara extraños casos de neumonía en cinco hombres homosexuales. Los científicos aseguran que el caso de Brown es muy prometedor y un tratamiento similar está siendo aplicado a un grupo de pacientes de San Francisco, ciudad que cuenta con parte de la más alta población homosexual de Estados Unidos.
La comunidad médica internacional, deplora al mismo tiempo que la práctica no está al alcance de los países pobres como la República Dominicana y Haití cuentan con los más altos números de pacientes de SIDA en el Hemisferio Occidental. La controversia sobre las células madres se retomó cuando se informó que al lanzador de los Yankees de Nueva York, se le había hecho un trasplante en el brazo derecho, extremidad derecha que en Grandes Ligas se le daba por perdida.
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