Petter Stordalen, quien donó US$900 mil a las juventudes laboristas para transformar a Utoya en un símbolo de la participación democrática, comenzó a recaudar fondos de todo el mundo. "Hoy, Utoya es un símbolo de una nación en duelo, pero quiero que un día esté asociada de nuevo a la alegría, la unidad y el optimismo", declaró a la AFP el empresario, que construyó su fortuna en la hotelería...
El martes, Stordalen donó 5 millones de coronas noruegas (unos 900 mil dólares) de su fortuna, estimada en unos 1.500 millones de dólares, a las juventudes laboristas para reconstruir la isla y borrar los huellas de la matanza perpetrada por Anders Behring Breivik. Los fondos recogidos hasta el momento se elevan a 8 millones de coronas y el artista irlandés Chris de Burgh se declaró dispuesto a dar conciertos para redondear la suma. "Espero superar los 10 millones antes de finales de la próxima semana", declaró el multimillonario, uno de los diez hombres más ricos de Noruega. "Recibí llamadas telefónicas y contribuciones de los Estados Unidos, el Reino Unido y otros lugares, con promesas de donaciones y otros tipos de apoyo", contó.
"Es una cuestión de democracia; sin participación de los jóvenes europeos en política, no hay democracia", subrayó Stordalen. "Igual da que el partido hubiese sido de derecha o izquierda, habría hecho lo mismo por cualquier partido europeo", agregó. Situada unos 40 km al noroeste de Oslo, Utoya, propiedad de las juventudes laboristas noruegas desde 1950, fue durante casi una hora y media el viernes escenario de una masacre que dejó 68 muertos.
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