Desde Ciudad de México hasta Buenos Aires en poco más de 21 minutos. Ese es el tiempo que le llevaría cubrir la distancia entre esas dos capitales al avión más rápido de la historia, el Falcon HTV-2. Las siglas son por su nombre en inglés, Vehículo de Tecnología Hipersónica (la velocidad hipersónica es aquella que es cinco veces o más la del sonido, que es de poco más de 1.200km/h) y puede alcanzar 21.000km/h. Desafortunadamente, el HTV-2 no es una solución para impacientes viajeros de negocios o placer: el vehículo no lleva pasajeros, ni está tripulado. Es una nave experimental, con cierto nivel de autonomía, pero fundamentalmente manejada a control remoto por los ingenieros de la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés), que pertenece al Departamento de Defensa de Estados Unidos, que este jueves tiene previsto realizar un segundo vuelo de pruebas...
Traspiés: El tipo de preguntas que DARPA intenta responder con el HTV-2 van desde cuestiones de aerodinámica y del efecto de las altas temperaturas en el vehículo (soporta más de 2.000 grados centígrados), hasta el funcionamiento a altísimas velocidades de los sistemas de comando, navegación y control a distancia. No es un proyecto falto de traspiés. En verdad, el segundo vuelo de pruebas del HTV-2 estaba planificado para el miércoles, pero debió suspenderse hasta este jueves, por mal tiempo. Durante el primero, que había tenido lugar en abril de 2010, a los nueve minutos hubo un problema de comunicación entre los instrumentos del avión y los de tierra, por lo que los sistemas automáticos de la nave, al detectar la falla, ejecutaron un descenso controlado hacia el mar. Si todo sale según lo planeado, este jueves un cohete lo elevará hasta una órbita cercana a la Tierra, donde el HTV-2 se separará y volará a una velocidad hipersónica de Mach 20.
Durante ese vuelo se ejecutarán decenas de pruebas, con el objetivo de producir una aeronave capaz de llegar a cualquier parte del mundo en menos de una hora. Eso podría convertirlo en el avión no tripulado del futuro. Las actuales versiones de este tipo de aeronave se han vuelto un arma fundamental para las fuerzas armadas estadounidenses en la campaña de Afganistán, en su lucha contra al-Qaeda en Asia Central y hasta en Libia. De hecho, el exdirector de la CIA, Michael Hayden, le había dicho al periodista de la BBC Peter Taylor, unos meses atrás, que esos vehículos están ayudando a EE.UU. a ganar la guerra contra al-Qaeda (algo que otros expertos militares han cuestionado). Los principales aviones no tripulados que EE.UU. utiliza en operativos militares hoy en día son el Predator, cuya velocidad crucero es de entre 135 y 217km/h y el Reaper, que viaja a 370km/h.
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