Lejos de las calificaciones de éxito y fracaso que, tanto los convocantes de la huelga, como el Gobierno, respectivamente, le han dado a la protesta de ayer, la percepción de ésta en las calles fue que se acogió de manera parcial, y sin mayores inconvenientes. En su mayoría, el comercio en la capital abrió sus puertas, pues el promedio de locales cerrados era de uno por cada tres en servicio, pero la afluencia de clientes era poca. Las calles lucían menos congestionadas que de costumbre. Muchas de las unidades de carros y guaguas del transporte público no salieron a dar el servicio, y los vehículos que salieron a cubrirlos, tanto piratas como de rutas alternas, transitaban con pocos pasajeros en horas de la mañana. También en algunas escuelas la docencia se vio interrumpida por la poca asistencia de alumnos, incluso algunos que acudieron a las aulas fueron devueltos a sus casas.
"La cosa está floja hoy" era la queja común entre choferes, comerciantes y motoconchistas, que, opuestos a la huelga, decidieron pasar el de ayer, como un día normal. Para los voceros del Foro Social Alternativo (FSA), convocantes de la huelga, ésta se acogió en más de un 80%, según sus reportes, y destacaron el ejemplo de civismo mostrado por la población, que protestó de manera pacífica, sin que se presentaran incidentes mayores.
Hasta tempranas horas de la tarde de ayer, los incidentes escenificados habían sido mínimos, correspondientes a pequeños enfrentamientos entre manifestantes y policías, y quemas de neumáticos en lugares como Capotillo en el Distrito Nacional, Barahona, Moca y Salcedo. Sin embargo, no se reportaron heridos ni detenciones, según explicó el vocero de la Policía Nacional, Máximo Aybar, quien destacó que los agentes de la institución estuvieron en las calles (como se pudo comprobar en cada esquina), para "cumplir con su deber e impedir cualquier incidente".
Los manifestantes, en cambio, calificaron la alta presencia de agentes como una militarización y una provocación hacia los dirigentes populares, y denunciaron que las viviendas de algunos de sus compañeros habían sido sobrevoladas por helicópteros, allanadas y que la vivienda de la dirigenta de Tamboril, Georgelina Morel había sido rociada con gas pimienta. De acuerdo con el dirigente choferil, Ramón Pérez Figuereo, durante la noche del domingo, previo a la huelga, unas 30 personas habían sido detenidas. El vocero de la PN no pudo determinar el número exacto de detenidos, pero aclaró que éstos fueron investigados y todos liberados.
Transporte: El director de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT), Julio Horton, consideró que el llamado a paro fue un "fracaso total", pues según dijo, el pueblo expresó su rechazo, al acudir de manera normal a sus quehaceres. Indicó que de las más de 1,200 rutas del transporte, por lo menos 1,100 estuvieron en operación, y que en el Gran Santo Domingo se habrían cubierto unas 80 de las alrededor de 100 rutas existentes.
La cosa estuvo "floja" en las calles de la capital: Aunque el paro que se efectuó desde las 6 de la mañana de ayer hasta esa misma hora de hoy martes, busca una serie de reivindicaciones sociales, muchas de las personas en las calles se mostraron en desacuerdo, aunque otros decían salir a trabajar por obligación, pero que estaban de acuerdo. "Yo no apoyo huelga, ¿para qué? Las cosas se ponen peor, porque el gobierno se pone ojo ciego ante el reclamo, no le para a na" , comentó un motoconchista en la intercepción de la avenida 27 de Febrero con Isabel Aguiar, quien se lamentó junto a sus compañeros de la poca presencia de pasajeros. De lo "flojo" del día también se quejó el chofer Rafael Olavería, apostado en la Avenida Duarte, arteria comercial que, aunque la mayoría de los negocios estaban abiertos, no recibieron muchos clientes, según los vendedores.
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