Las cifras indican que medio millón de habitantes están alojados aún en tiendas de campaña, donde sufren enfermedades y escasez de servicios básicos. La ayuda internacional no se ve reflejada en obras de reconstrucción. "No veo ningún beneficio", expresó Alexis, un vendedor callejero, que ahora vive en una choza donde retumba el ruido de un bar vecino, el "Frustration Bar". El secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-mun, el ex presidente estadounidense Bill Clinton y otros prometieron "construir una Haití mejor" que la anterior. Sin embargo, muchos haitianos no perciben mejoría alguna en su situación, no obstante una inversión de $2,380 millones en la reconstrucción...
Inicialmente se anunciaron grandes planes y se dijo que de los escombros surgiría una ciudad moderna que daría mejores condiciones de vida a sus 3 millones de habitantes, pero ahora el gobierno parece estar enfocándose en las cosas básicas, abordando proyectos que buscan crear viviendas para los desplazados en sus viejos barrios, renovar la infraestructura y encontrarle trabajo a la gente a través de amigos. Se habló de invertir $500 millones para construir 50 escuelas nuevas para niños pobres, 200 millones para darle a Puerto Príncipe su primer sistema para tratar aguas residuales, 224 millones para crear un parque industrial que daría trabajo a 65 mil personas en la industria textil. Sin embargo, al cumplirse el segundo aniversario del sismo que mató a aproximadamente 300 mil personas, poco más de la mitad de los $4,600 millones prometidos han sido invertidos.
Los problemas que arrastra Haití: Las razones del lento progreso son varias, analizó la agencia AP. En Haití, uno de los países más pobres del mundo, a menudo no está claro quiénes son los propietarios de las tierras y esto genera trabas burocráticas. También hubo un impasse político que duró más de un año y que todavía afecta la toma de decisiones. "Haití arrastraba problemas enormes desde antes del terremoto", expresó el ex presidente estadounidense Bill Clinton, enviado especial de las Naciones Unidas a Haití. "En muchos casos no estamos tratando de reconstruir nada, sino tratando de hacer las cosas bien por primera vez". Luego del terremoto hubo elecciones que fueron cuestionadas y generaron disturbios. Puerto Príncipe estuvo paralizada tres días y el aeropuerto internacional fue cerrado. Incluso después de resuelto el problema y de que Michel Martelly asumió la presidencia en mayo de 2011 hubo nuevos problemas.
Martelly, un astro de la música pop sin experiencia política, se tomó seis meses para designar un primer ministro encargado de supervisar la reconstrucción. Irritó a la oposición cuando su gobierno detuvo a un diputado sin seguir los procedimientos legales y también al nombrar un primer ministro sin consultarles. Respondieron obstruyendo todos sus movimientos. El presidente Michel Martelly admitió que no se cubrieron las expectativas y señaló en una entrevista con la BBC que ha habido progresos, pero "no los suficientes". "Hay fuertes indicios de que las cosas están cambiando y nos estamos poniendo en marcha en Haití", agregó el mandatario, quien asumió en mayo y cuyas disputas con el parlamento contribuyeron a las demoras. El gobierno previo de Rene Preval estuvo paralizado por el derrumbe de los edificios del gobierno durante el terremoto y no mostró demasiado liderazgo luego del desastre, aseguró la AFP.
Los campamentos, el símbolo más visible del terremoto, siguen presentes en las laderas de las colinas que rodean la capital o encerrados entre los callejones de la ciudad. Nicolas Pierre, un campesino de 55 años de las brumosas montañas que rodean Puerto Príncipe, sigue esperando que el presidente cumpla su promesa de enviar transporte escolar gratis. "Martelly no envió ningún autobús gratis", dijo Pierre a la AP. "Tenemos que llevar a los chicos por el barro". Los diez proyectos más grandes aprobados por la Comisión Interina para la Recuperación de Haití son ambiciosos y complicados. Requieren inversiones de entre $70 y $500 millones, la participación de varias entidades y licitaciones. Tomará años antes de que sean completados.
"La reconstrucción no es lo mismo que el trabajo humanitario, que se hace rápido", declaró Diego Osorio, del Fondo para la Reconstrucción de Haití, que ayuda a financiar los proyectos aprobados por la Comisión. "Los proyectos requieren de planificación y no habrá resultados visibles de un día al otro". Hasta ahora el proyecto más importante que se ha completado es una moderna universidad de $30 millones construida por los dominicanos y a ser inaugurada el jueves, día del décimo aniversario del terremoto, con la presencia del presidente dominicano Leonel Fernández. El campus tiene 72 aulas, laboratorios de ciencias y computadoras y una biblioteca para 10 mil estudiantes.
Mantienen la esperanza: También se puso en marcha el parque industrial Caracol, con una inversión de $224 millones. Se espera que el proyecto genere 65 mil empleos en un remoto sector en las afueras de Cap-Haitien, la segunda ciudad más grande del país. Otro gran obstáculo es el tema de la propiedad de las tierras. El registro de títulos es un caos y las disputas a menudo se resuelvan con sobornos o por las armas. Clinton dijo que cree que, si bien los progresos son lentos, la tarea de reconstrucción está cobrando impulso. "Creo que hay buenas posibilidades de que en cinco años estén mejor que antes del terremoto", declaró. El carpintero Kesnel Joselus ruega por que así sea. En la ladera de una montaña en las afueras de Puerto Príncipe, Joselus pone los cimientos de una escuela con 14 aulas que le evitará a muchos niños tener que caminar dos horas y permitirá que sus padres le dediquen más tiempo a sus cultivos. Es parte de un proyecto de 500 millones de dólares. "Si hay más chicos educados, la comunidad podrá progresar", señaló Joselus.
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