El investigador Dmitri Krioukov dijo que tardó 10 minutos en realizar los cálculos con los que demostró que no cruzó un semáforo en rojo. Realizó una ponencia con sus conclusiones y se la presentó al juez, quien lo absolvió. Una típica pregunta de estudiantes secundarios a sus profesores suele ser para qué sirve lo que están estudiando. Y Krioukov, investigador de la Universidad de California, en San Diego, demostró hasta qué punto pueden ser útiles unas cuantas fórmulas. Todo comenzó cuando fue multado frente al campus por no frenadar en una señal de alto, lo que le habría costado 400 dólares si no hubiese tenido conocimientos en física. "Todo lo que se necesita saber es mecánica clásica y un poco de geometría", le comentó a la versión online del diario Los Angeles Times...
El investigador relató que sólo necesitó hacer cálculos muy simples, que apenas le tomaron 10 minutos. Y si bien tardó algunas horas en escribir la ponencia de 4 hojas, el tiempo que invirtió no fue importante con relación a lo que habría tenido que pagarle a un abogado, además del valor de la multa.
Según publicó Los Angeles Times, en una ponencia titulada La prueba de la inocencia, Krioukov apeló con éxito su castigo, al explicar que aunque a un oficial le pudo parecer que no se detuvo, en realidad sí lo hizo.
Krioukov aplicó un principio que explica que un auto que se mueve a una velocidad constante puede dar la apariencia de moverse igual que otro que se mueve rápido, frena brevemente y acelera de nuevo. Y demostró, además, que uno de los edificios de la universidad obstruyó la vista del oficial que lo multó.
Una vez que el juez de faltas lo absolvió, el científico publicó su ponencia en internet para que otros conductores acusados de sobrepasar una señal de alto la puedan utilizar.
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