Ocho años después, a 24 días de cumplir los 35, Félix Sánchez volvió a paralizar el país y, al igual que en 2004, cumplió; sacó lágrimas de niños, jóvenes y mayores, por varios minutos puso la piel de gallina aún al más decepcionado de haber nacido en esta isla del Caribe.
Sánchez salió a la pista del Estadio Olímpico de Londres para elevar el listón a una posición kilométrica como el atleta dominicano más grande de todos los tiempos, aún para quien ayer recibió la antorcha como su relevo, Luguelín Santos. En 40 minutos, ambos corredores convirtieron el 6 de agosto en el día más grande en la historia del deporte olímpico dominicano.
Fue en la Atenas que hoy se cae a pedazos donde Sánchez escuchó por última vez las letras de Emilio Prud'Homme, el 28 de agosto de 2004, lleno de alegría.
Ayer, tras 96 meses de frustraciones (lesiones incluidas), la familia real inglesa fue parte de los 80 mil espectadores que se pusieron de pie para aplaudir a un Sánchez bañado en lágrimas en el pódium, cuando se entonaron las notas del himno nacional y se izó la bandera confeccionada por Concepción Bona.
Esta vez, el escenario de celebración fue más allá de las esquinas, colmados, oficinas de trabajo y otros espacios públicos y privados. Las redes sociales Twitter y Facebook fueron inundadas con expresión de felicitación y orgullo de todo tipo de personalidades, con cambios de avatares y fotos tomadas a las imágenes de la transmisión televisiva.
Tras clasificarse primero tanto en la ronda preliminar del viernes como en la semifinal del sábado, SúperSánchez dejó lo mejor para el final, el mismo tiempo de su primer oro (47.63). Estaba tan seguro de sus piernas que llevó bajo su uniforme una foto de su abuela materna (quien lo crió tras la separación de sus padres), fallecida mientras él competía en las Olimpíadas de Beijing '2008.
Tras recorrer el óvalo completo por delante de los otros siete competidores, la sacó la besó en el suelo, se dirigió a las graderías a saludar a la delegación dominicana.
En una prueba donde Javier Culson llegó como el gran favorito para poner a sonar por vez primera La Borinqueña en los 64 años de presencia olímpica puertorriqueña, el bicampeón mundial (2003 y 2005) dominicano logró un triunfo que le garantizó RD$10 millones.
Culson, quien quedó devastado con el resultado, se conformó con el bronce (48.10) y la plata fue para el estadounidense Michael Tinsley (47.91).
"Me preparé con dedicación para esta carrera y hoy veo como un sueño que se realizó", dijo Sánchez al comunicarse con DL.
Así, Sánchez se convirtió en el corredor de más edad que domina esa especialidad, que figura en el programa olímpico desde la segunda edición de la versión moderna en París, 1900.
Minutos después de que Félix Sánchez estremeciera el país y sorprendiera Londres en su despedida olímpica, un adolescente bayaguanense que se interesó por el atletismo tras vivir el fervor del primer oro del vallista en 2004, obtuvo la cédula en la jurisdicción mayor del deporte.
Luguelín Santos aseguró en 44.46 segundos, entre otras cosas, la primera medalla de plata olímpica para el atletismo dominicano, una bolsa de RD$6 millones (equivalente a 66 salarios del presidente Leonel Fernández), terminó así su breve período como promesa y obtuvo la categoría de fenómeno.
Con el gran favorito (LaShwan Merritt) eliminado en la fase clasificación por lesión el sábado, Santos sólo corrió ayer menos rápido que el granadino Kirani James (43.94), campeón mundial de 2011, y quien dio ayer el primer metal olímpico para la pequeña isla del Caribe, Barlovento de 110 mil habitantes. Michael Johnson, dueño de la marca mundial de la especialidad desde 1999 con 43.18, dice que si alguien puede batir su marca ese es James. Santos, raso de la Fuerza Aérea Dominicana, pone así la nota más alta de una carrera que no tiene referente en la historia del atletismo dominicano, convirtiéndose en el atleta más joven del país en subir al pódium Olímpico.
Con una voz que desnuda su edad y una sonrisa que esconde las dificultades que ha atravesado (su madre tuvo que criarlo sola al separarse de su padre que emigró a Italia), Luguelín ha confesado que pasó hambre y que entrenaba descalzo por falta de zapatillas, lo que le ocasionaba heridas que amenazaron con abandonar la disciplina que hoy le ha dado todo. Cuando habla de su futuro y aspiraciones parece un político en campaña, argumentos que sustenta con una disciplina de trabajo que apenas descansa cuando es necesaria, orientado por su entrenador y descubridor, José Rubio, ex presidente de la Federación Dominicana de Asociaciones de Atletismo (FDAA).
Se ha bautizado como el heredero de Sánchez y antes de la carrera de ayer dijo que para ganarle había que bajar de los 44 segundos. Y así fue. Su despegue La profesora de educación física Rosa Tiburcio, de la escuela 27 de Febrero en su natal Bayaguana, fue quien lo descubrió en 2006 (con 14 años) y lo enroló en el primer Centro de Iniciación Deportiva Escolar (CIDE), un proyecto de los ministerios de Educación y Deportes. Tras ganar el primer lugar en los Juegos Escolares de 2007, FDAA lo ficha como Nuevo Valor. Santos se convirtió en 2009 en uno de los primeros talentos reclutados por el programa Creando Sueños Olímpicos (CRESO).
Este proyecto combina el apoyo económico con los estudios y es financiado por las empresas Claro, Central Romana Corporation, Corripio, Grupo SID, Grupo Rica, Banco Popular Dominicano, Ferquido y el Grupo VICINI. Con 16 años (2010) ganó dos oros en Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur (que aceptan una edad máxima de 18 años), en 400 metros y la cuarteta combinada de América. Esa hazaña le fue recompensada con un apartamento que le entregó el Gobierno en Bayaguana. En marzo de 2011, el Comité Olímpico Dominicano (COD) le otorgó la máxima distinción, Atleta del Año. A mediados de 2011, CRESO lo envió a estudiar y entrenar a San Germán, Puerto Rico (donde pasa la mayor parte del año).
Es en octubre pasado cuando se pone los pantalones largos ya enfrentando a adultos. Ganó la medalla plateada en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, tanto en su especialidad como en la cuarteta 4X400. En diciembre, la casa deportiva alemana Puma lo fichó en su exclusivo catalogo, uno en el que también se encuentra el mito jamaiquino Usain Bolt. Santos fue invitado este año a varias reuniones atléticas del máximo nivel y a la Liga Diamante, la prueba de lujo del atletismo mundial. Ganó dos de las cinco paradas en las que participó, siendo segundo en dos y cuarto en otra. El mes pasado se convirtió en el primer atleta dominicano de cualquier disciplina en ganar un Campeonato Mundial, al bañarse de oro en la prueba disputada en Barcelona, España.
Con el gran favorito (LaShwan Merritt) eliminado en la fase clasificación por lesión el sábado, Santos sólo corrió ayer menos rápido que el granadino Kirani James (43.94), campeón mundial de 2011, y quien dio ayer el primer metal olímpico para la pequeña isla del Caribe, Barlovento de 110 mil habitantes. Michael Johnson, dueño de la marca mundial de la especialidad desde 1999 con 43.18, dice que si alguien puede batir su marca ese es James. Santos, raso de la Fuerza Aérea Dominicana, pone así la nota más alta de una carrera que no tiene referente en la historia del atletismo dominicano, convirtiéndose en el atleta más joven del país en subir al pódium Olímpico.
Con una voz que desnuda su edad y una sonrisa que esconde las dificultades que ha atravesado (su madre tuvo que criarlo sola al separarse de su padre que emigró a Italia), Luguelín ha confesado que pasó hambre y que entrenaba descalzo por falta de zapatillas, lo que le ocasionaba heridas que amenazaron con abandonar la disciplina que hoy le ha dado todo. Cuando habla de su futuro y aspiraciones parece un político en campaña, argumentos que sustenta con una disciplina de trabajo que apenas descansa cuando es necesaria, orientado por su entrenador y descubridor, José Rubio, ex presidente de la Federación Dominicana de Asociaciones de Atletismo (FDAA).
Se ha bautizado como el heredero de Sánchez y antes de la carrera de ayer dijo que para ganarle había que bajar de los 44 segundos. Y así fue. Su despegue La profesora de educación física Rosa Tiburcio, de la escuela 27 de Febrero en su natal Bayaguana, fue quien lo descubrió en 2006 (con 14 años) y lo enroló en el primer Centro de Iniciación Deportiva Escolar (CIDE), un proyecto de los ministerios de Educación y Deportes. Tras ganar el primer lugar en los Juegos Escolares de 2007, FDAA lo ficha como Nuevo Valor. Santos se convirtió en 2009 en uno de los primeros talentos reclutados por el programa Creando Sueños Olímpicos (CRESO).
Este proyecto combina el apoyo económico con los estudios y es financiado por las empresas Claro, Central Romana Corporation, Corripio, Grupo SID, Grupo Rica, Banco Popular Dominicano, Ferquido y el Grupo VICINI. Con 16 años (2010) ganó dos oros en Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur (que aceptan una edad máxima de 18 años), en 400 metros y la cuarteta combinada de América. Esa hazaña le fue recompensada con un apartamento que le entregó el Gobierno en Bayaguana. En marzo de 2011, el Comité Olímpico Dominicano (COD) le otorgó la máxima distinción, Atleta del Año. A mediados de 2011, CRESO lo envió a estudiar y entrenar a San Germán, Puerto Rico (donde pasa la mayor parte del año).
Es en octubre pasado cuando se pone los pantalones largos ya enfrentando a adultos. Ganó la medalla plateada en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, tanto en su especialidad como en la cuarteta 4X400. En diciembre, la casa deportiva alemana Puma lo fichó en su exclusivo catalogo, uno en el que también se encuentra el mito jamaiquino Usain Bolt. Santos fue invitado este año a varias reuniones atléticas del máximo nivel y a la Liga Diamante, la prueba de lujo del atletismo mundial. Ganó dos de las cinco paradas en las que participó, siendo segundo en dos y cuarto en otra. El mes pasado se convirtió en el primer atleta dominicano de cualquier disciplina en ganar un Campeonato Mundial, al bañarse de oro en la prueba disputada en Barcelona, España.
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