Un tenedor raspando un plato, el chirrido de la tiza contra el pizarrón o un martilleo constante pueden sacar de quicio al más sereno. Pero un estudio halló que el peor ruido es otro. Investigadores de la Universidad de Newcastle y del Centro Wellcome Trust de Neuroimagen de la UCL sometieron a 13 personas a escuchar 74 grabaciones de distintos sonidos mientras medían su actividad cerebral a través de una resonancia magnética.
Durante el estudio, analizaron la respuesta del centro cerebral a cada estímulo, lo que les permitió determinar cuál es el peor sonido del mundo para los seres humanos.
El escaneo cerebral reveló que esos ruidos causan una respuesta más fuerte en el cerebro que los sonidos placenteros, como agua corriendo, y que, además de activar la corteza auditiva, “encienden” una región del cerebro que procesa las emociones.
Los científicos informaron que el peor sonido es el que hace un cuchillo contra una botella de vidrio, seguido por un tenedor rastrillando un plato de vidrio y una tiza sobre una pizarra.
Una regla contra una botella, las uñas rallando una pizarra, el grito de una mujer, una amoladora encendida, el ruido de una frenada, un bebé llorando y un taladro en funcionamiento completan el top ten de ruidos odiosos.
Explicaron que todos ellos están dentro de una frecuencia entre 2.000 y 5.000 Hz, rango en que nuestros oídos son más sensibles, por lo que son más difíciles de soportar.
Sin embargo, otros sonidos como los gritos -que están dentro de la misma frecuencia- no producen el mismo efecto. La razón sería que no son entendidos por el cuerpo como una señal de alarma. "Hay algo muy primitivo en esto", señaló el doctor Sukhbinder Kumar, autor del estudio
Científicamente, una mejor comprensión de la reacción del cerebro al ruido podría ayudar a mejorar los tratamientos para hipoacúsicos o para quienes padecen de misofonía.
0 comentarios:
Publicar un comentario