El control de China sobre los cibercafés sigue aumentando con una nueva regulación que impedirá que estos establecimientos sean instalados por personas independientes, limitando el negocio a cadenas de cibercafés. Esta nueva normativa, sumada a la prohibición de que los menores de 18 años entren a este tipo de recintos (por la mala influencia que internet puede tener en su formación), ha permitido que el gobierno cierre 130 mil cibercafés en los últimos 6 años. Pero ¿cuál es el interés del gobierno en que sólo cadenas establecidas operen los cibercafés? La razón es simple: las cadenas que ya están operando funcionan bajo un mismo estándar de servicio y seguridad, definido por el gobierno, que incluye la prohibición de mostrar ciertos sitios de internet.
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