A pocos se les ocurriría asociar el éxito del matrimonio con algo tan poco romántico como la teoría económica. Sin embargo, esa es la fórmula que promueve el libro Spousonomics, según el cual la relación conyugal debe gestionarse como si fuera un acuerdo de negocios. Incluso las relaciones sexuales de la pareja -sostiene- están sujetas a las leyes del mercado. ¿Y cómo se traduce toda esta teoría a la realidad de un matrimonio? "Aplicamos la ley de la oferta y la demanda de sexo", responde Szuchman. "Suponiendo que la demanda de sexo es algo fijo, animamos a los lectores a aumentar su oferta de sexo mediante la reducción de su costo". Básicamente, si las parejas se la pasan discutiendo su vida sexual y esperando a que los niños se duerman, "aumenta el precio y se disminuye la demanda. La clave para mantener la vida sexual caliente es hacerla asequible". En sus palabras, "ni velas, ni música que induzca estados de ánimo. Nada de eso. Hay que ir, si es el caso, directamente a hacerlo apurados en la ducha. Para decirlo con simpleza: el sexo se vuelve abundante si es posible obtenerlo con facilidad".
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