Google accedió a adoptar un amplio programa de protección a la privacidad para zanjar cargos federales que le acusan de haber engañado a los usuarios y de haber violado su propia política de respeto a la intimidad cuando lanzó el año pasado una red social llamada Buzz. La firma desencadenó una intensa reacción entre los clientes cuando integró Buzz a su servicio Gmail de correo electrónico en febrero de 2011. El servicio creó automáticamente círculos públicos de amigos basados en sus contactos de Gmail más frecuentes, pero muchos usuarios se quejaron de que no querían todos sus contactos —que podrían incluir ex cónyuges, médicos, empleadores y reclutadores— como parte de una red social a la vista de todos. El acuerdo anunciado el miércoles con la Comisión Federal de Comercio (FTC por sus iniciales en inglés) requiere que Google estudie tanto sus servicios actuales como cualquier servicio nuevo que lance para determinar si representan riesgos a la privacidad de los usuarios, y, de ser así, que establezca políticas para subsanarlos.
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