Los interrogatorios en el juicio a Barry Bonds, de los Gigantes de San Francisco, por los cargos de perjurio sobre el consumo de esteroides, y obstrucción a la justicia, revelaron nuevos detalles con nuevos testigos presentados por la fiscalía. Esta vez, los fiscales tuvieron como testigos a un expreparador físico de los Gigantes, Stan Conte, a dos peloteros profesionales, los hermanos Jason y Jeremy Giambi. Conte explicó ante la jueza federal Susan Illston, que llevaba el caso, la preocupación que sentía al ver durante los campos de primavera del 2000 a los entrenadores personales de Bonds, Greg Anderson y Harvey Shields, en las instalaciones de los Gigantes, después del cambio de fisonomía que había tenido en 1999. Sin embargo, de acuerdo con el testimonio de Conte, que ahora forma parte de la organización de los Dodgers de Los Ángeles, el gerente general de los Gigantes, Brian Sabean, y al entonces piloto del equipo, Dusty Baker, no le dieron el respaldo para tomar la decisión de alejar a Anderson y Shields del lado de Bonds. Conte también señaló ante la juez, que Bonds lo consideraba, junto con el cuerpo médico del equipo, como “espías” que trabajaban para los dueños, y más después que le notificó que había incrementado su físico y le habían salido granos en la espalda.
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