Mientras el mundo tiene su atención puesta en Libia, una crisis humanitaria se agrava en un país al suroeste, más allá de los campos de petróleo del Sahara. En Costa de Marfil, Naciones Unidas estima que más de un millón de personas han abandonado sus hogares en los últimos cuatro meses. Mientras, en Libia, la cifra de refugiados es de 350.000 en un mes y medio de conflicto. La ONU señala que, al igual que en Libia, en el país subsahariano ha muerto un alto número de víctimas a causa de la violencia política, -al menos 462- y que se han producido bombardeos contra la población civil, como el de la semana pasada sobre un mercado, que dejó al menos 25 muertos y que fue calificado por esta organización como un "crimen de guerra". Por estas similitudes, la comparación entre la respuesta internacional a una y otra crisis indigna a muchos en el continente africano. Algunos de los líderes de los países vecinos a Costa de Marfil pusieron en cuestión que la comunidad internacional recurra a la fuerza en Libia pero no en este caso, durante una reunión la semana pasada el bloque regional de países de África Occidental, Ecowas por sus siglas inglesas. Los analistas consultados por BBC Mundo creen que la coincidencia en el tiempo de los dos conflictos pone en evidencia el doble rasero de la comunidad internacional. Otro analista, el marfileño Jean Arsene, ironiza sobre la menor importancia del cacao marfileño respecto al crudo libio. "Occidente puede vivir sin nuestro cacao pero no sin su petróleo".
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