Eludir ciertos alimentos industrialmente procesados e inspirarse en lo que ingerían "nuestros antepasados cazadores y recolectores" puede adelgazar, evitar el cáncer, el infarto o la depresión. En una entrevista con la emisora France-Info sobre su último libro Je maigris sain, je mange bien ("Adelgazo sano, como bien"), Laurent Chevallier, nutricionista del Hospital de Montpellier y responsable de la comisión Alimentación de la Red Environnement Santé, destacó la confusión reinante en su especialidad: "Hay muchas contradicciones sobre lo que debemos tomar, muchos estudios contradictorios y todo el mundo está perdido". En opinión de Chevallier, la solución es simple y consiste en ver "cómo hacían nuestros ancestros cazadores y recolectores". Por el contrario, seguir regímenes draconianos, retirar demasiados alimentos o enfocarse en el consumo exclusivo de algunos otros, como las proteínas por ejemplo, "plantea problemas", además de ser frustrante y terminar generalmente con un aumento de peso, explicó el especialista. Desde las páginas de su libro, Chevallier sostiene que, además de ser más barato, no es difícil beneficiarse con las ventajas de una alimentación como la de nuestros antepasados y evitar así el peligro de una dieta "demasiado rica en productos preparados, demasiado grasos, azucarados y salados" para el organismo.
0 comentarios:
Publicar un comentario