El trágico caso ocurrido en la comunidad de Las Filipinas en el que murió envenenado un niño de cuatro años, y resultaron intoxicadas una hermanita de éste y la abuela de ambos, fue producto de que la mujer endulzó con veneno para ratas una leche ligada con café, creyendo que era azúcar. Así lo declaró la abuela de los niños, Minerva Paredes, en su lecho del hospital Jaime Mota de esta ciudad, donde es atendida junto a la otra nieta. Expresó que el veneno había sido llevado al hogar por su marido, al que identificó como Quique Pérez, quien lo adquirió para eliminar ratas. El niño muerto es Carlos David Pérez, cuyo cadáver fue enviado al Instituto de Patología Forense en Azua, en tanto, que su hermanita también está internada en el referido centro de salud. No obstante, las autoridades están a la espera de los resultados de la autopsia que le harán al niño, mientras que es interrogado en la Policía, un hijo de la señora intoxicada.
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