Paris clama por la suspensión temporaria del tratado Schengen, de libre circulación en el continente. Mientras tanto, aplica sus exigencias de forma intransigente en la frontera con Italia a los refugiados africanos. París considera imprescindible la posibilidad de que los acuerdos Schengen de libre circulación por territorio europeo puedan suspenderse de forma temporal en el caso de flujos migratorios masivos, señaló el ministro francés para asuntos europeos, Laurent Wauquiez. En una entrevista con el diario Le Journal du Dimanche, Wauquiez defendió una propuesta al respecto del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que quiere tratar el tema el próximo martes en una cumbre franco italiana en Roma. "Europa no significa libertad de movimiento para inmigrantes ilegales, debemos aprender las lecciones de esta crisis", dijo con vistas a la disputa con Italia por la acogida de miles de inmigrantes tunecinos llegados a las costas italianas. Sin embargo, las autoridades galas desconocen la calidad de los actuales refugiados, de los cuales, unos 4 mil cuentan con visado expedido por las autoridades italianas. Esta autorización a permanecer en territorio europeo por seis meses, los convierte en visitantes legales. París negó el fin de semana pasado el acceso a trenes procedentes de Italia que llevaban a inmigrantes tunecinos, provocando una disputa con Roma. La Comisión Europea dio la razón a Francia, al considerar que los estados miembro pueden llevar a cabo esos controles fronterizos en situaciones excepcionales como una amenaza al orden público. Las autoridades migratorias galas han utilizado de todas formas la reglamentación Schengen que exige a cada visitante una suma de 60 euros diarios para su estadía y contar con un seguro de salud con cobertura al menos 30 mil euros por el lapso de permanencia. Desde hace semanas, Roma y París debaten el destino de los alrededor de 25 mil refugiados tunecinos que llegaron a Italia.
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