Las barbacoas, los empujones para lograr la mejor vista de los fuegos artificiales y las palabras patrióticas hacia los militares marcaron hoy, como cada 4 de julio, la celebración del día de la Independencia de Estados Unidos...
El presidente Barack Obama celebró el 235 cumpleaños del país con una barbacoa y un concierto en la Casa Blanca, en compañía de un grupo de héroes militares y a sus familias. Con vestimenta informal y al lado de su esposa, Michelle, el mandatario pronunció unas palabras en honor de los miembros de distintas divisiones del Ejército, quienes, aseguró, "son la razón por la que este día es posible".
"Ustedes son la razón por la que Estados Unidos sigue siendo la mayor fuente de paz y seguridad que ha conocido nunca el mundo", aseguró el gobernante. Dirigiéndose individualmente a oficiales como la suboficial de la Guardia Costera Marlene Brickhead, que colaboró en la respuesta al terremoto de Haití hace un año y medio, Obama aseguró que son "herederos" del legado de los padres fundadores del país, "que actuaron como un rayo de esperanza para el mundo".
La ocasión coincidió con el 13 cumpleaños de su hija mayor, Malia, que debió compartir la tarta con la multitud. A pocos metros, en el National Mall que concentra la mayoría de los monumentos de Washington, miles de personas se congregaban desde primera hora de la mañana para asegurarse un buen lugar desde el cual contemplar la lluvia de fuegos artificiales que inundará el cielo durante 17 minutos esta noche.
Si no lo interrumpe uno de los diluvios que han caído sobre la ciudad en los últimos días, la empresa Pyro Shows, que se encarga del espectáculo pirotécnico desde hace nueve años, lanzará más de 6.350 kilos de explosivos al cielo de la capital. En Nueva York, las multitudes tenían la mirada puesta en el río Hudson, sobre el que cada año se reflejan los fuegos de los almacenes Macy's. Este año, la Gran Manzana podrá contemplar 40.000 explosiones a lo largo de 3 kilómetros, en un espectáculo amenizado por los cantantes Beyoncé y Brad Paisley.
Los neoyorquinos celebran también hoy el 125 aniversario de la icónica estatua de la Libertad, un regalo de Francia a Estados Unidos en 1886, con motivo del primer centenario de su independencia. A lo largo de todo el país, los estadounidenses se vistieron y decoraron sus casas con tonos rojos, azules y blancos, en memoria del 4 de julio de 1776 en el que representantes de las trece colonias pioneras firmaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
Mientras, algunos de los republicanos que aspiran a ocupar el lugar de Obama en 2012 pasaron el día mostrando su patriotismo en estados clave como Iowa, donde apareció la congresista Michelle Bachmann, o Nueva Hampshire, cuyo desfile de Amherst contó con la presencia del exgobernador de Massachusetts Mitt Romney.
La solemnidad con la que todos ellos escuchaban el himno estadounidense contrastó con la agresividad de la que hizo gala el ganador de la 96 edición del tradicional concurso de comer perritos calientes de Nathan's en Nueva York, Joey "Mandíbulas" Chestnut. El estadounidense de 27 años, campeón mundial de esta peculiar disciplina, hizo vibrar a la multitud congregada en Coney Island al engullir nada menos que 62 salchichas, con sus respectivos bollos, en 10 minutos.
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