Por su disputa de patentes con Samsung, la compañía podría invertir US$ 1.000 millones en la planta LCD de Sharp con el fin de asegurarse el suminitro de pantallas para sus dispositivos. Esta iniciativa de Apple, junto con una inversión similar en una nueva fábrica de Toshiba, tiene como objetivo acabar con la dependencia respecto a la producción de Samsung Electronics, con la que está inmersa en una disputa legal por infracción de patentes...
La inversión en una fábrica de LCD aseguraría un suministro estable para las pantallas del iPad y iPhone de Apple. Las fuentes aseguran que Sharp cerró un contrato con Apple para suministrarle pantallas de eficiencia energética para la sexta generación del iPhone, que se lanzará en 2012. "Creemos que es altamente posible que Apple haga una inversión en la planta Kameyama de Sharp de alrededor de 1.000 millones de dólares para asegurarse un suministro estable de pantallas para el iPhone y el iPad", señaló el analista David Rubenstein.
La empresa surcoreana Sharp ya advirtió en junio que cambiaría la mayor parte de su producción de una de sus principales plantas de pantallas de televisión para fabricar otras más pequeñas y medianas con el fin de satisfacer la demanda de éstas para teléfonos inteligentes y tabletas, lo que podría permitir este nuevo acuerdo con la compañía de Cupertino. De confirmarse, este acuerdo sería un paso más en la ruptura comercial entre Apple y Samsung. En julio, ya se había anunciado que la compañía de Steve Jobs había solicitado a TSMC que fabricara los chips para sus dispositivos. A la disputa entre la firma de la manzana y Samsung, se sumó el fabricante HTC, que acusó a Apple de violar tres de sus patentes y presentó un demanda en una corte de los Estados Unidos, donde la compañía de Cupertino había demandado a la taiwanesa hace un año.
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