El ciudadano inglés es la segunda víctima que se cobra un escualo en una paradisíaca playa de la isla de Praslin, en el archipiélago de las Seychelles. Hace unos días, también falleció un francés luego de ser mortalmente atacado. Ian Redmond, de 30 años, estaba disfrutando su segunda semana de luna de miel con su flamante esposa, Gemma Houghton, de 27, en el mismo destino elegido por muchos de sus compatriotas, como el príncipe Guillermo y su esposa Kate. El sábado debía regresar a Inglaterra. Pero el martes, alrededor de las 17 (hora local), mientras su mujer estaba tomando sol en la playa de Anse Lazio, Redmond decidió darse un baño y se alejó de la orilla a bordo de una pequeña barca...
Un turista italiano presente en el lugar -que no quiso ser identificado- contó que "el inglés se zambulló y poco después el agua a su alrededor se volvió roja". "Hubo un cierto caos alrededor de la embarcación, que estaba a unos 20 metros de las rocas de la playa, y luego llegó un bote inflable a toda velocidad: a bordo estaba el inglés herido, que tenía un brazo arrancado, sólo el hueso salía del hombro, y una pierna deshecha, casi destrozada a la altura del muslo", agregó el turista.
Según fuentes citadas por la prensa británica, un médico francés de vacaciones en la isla intentó socorrer al británico al llegar a la playa, atándole la arteria femoral, pero sus esfuerzos fueron inútiles. Hace quince días, en la misma playa, la víctima había sido Nicolas François Virolle, un turista francés de 36 años, quien fue sacado con vida del agua pero murió desangrado. La sucesión de muertes está desatando el pánico entre los extranjeros que visitan el lugar y serias preocupaciones en las autoridades locales, que temen el impacto de este hecho sobre la industria del turismo.
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