Steve Jobs, ex CEO de Apple, es admirado por revolucionar una industria a nivel mundial. En el mismo cuadro de honor lo acompañan Henry Ford, Bill Gates y Steven Spielberg, entre otros. Las razones de esta entronización. La renuncia de Steve Jobs "fue el fin de una era para la industria tecnológica, no es una renuncia más de un CEO", escribió en The Wall Street Journal el muy respetado columnista de tecnología Walter Mossberg. "Está entre las tres personalidades históricas de la innovación", agregó. Su decisión de dar un paso al costado en el día a día de Apple fue tapa de todos los diarios del mundo. ¿Cómo un empresario estadounidense logra semejante alcance?...
El caso de Jobs tiene varios puntos a su favor. Apple es una de las marcas más valoradas del planeta; es la segunda compañía más valiosa en la bolsa de Nueva York (casi US$ 400 mil millones, más que cualquier gran nombre bancario); inventó el concepto Mac, que revolucionó la PC; cambió la forma de escuchar música con el iPod y la forma de hablar por teléfono celular con los iPhones. Todo esto, ya en la era de la globalización. Además, disfrutaba de ser la cara de Apple. Hasta hace muy poco y hasta cuando se lo permitió su enfermedad, protagonizó los lanzamientos de todos sus productos estrella.
Los Estados Unidos, a partir del "sueño americano" del emprendedor que de la nada consigue su objetivo de prosperidad, pueden presentar varios íconos. Muchos de esos empresarios lograron fama y repercusión mundial porque inventaron una marca o un producto que llegó a los lugares más recónditos del planeta. Más hacia el presente, el apego a los medios de estos personajes terminó de moldear su perfil de históricos. Otro aspecto que inmortaliza empresarios es lo informado y pendiente que está el estadounidense medio de los mercados financieros. Más de la mitad del país tiene inversiones en la bolsa, ya sea de manera directa o porque el fondo de pensión o de retiro de la empresa en la que trabaja invierte en acciones.
Bill Gates, con Microsoft, es el otro gran exponente de la innovación tecnológica de los EEUU. El duelo con Jobs en los 90 fue un clásico. Se dijo que estaban peleados y que se celaban permanentemente. Pero con el tiempo, se mostraron juntos en algunas reuniones de beneficencia. Gates también dejó el día a día de su creación, pero sigue muy presente en el ideario popular cuando se habla de Microsoft. Henry Ford, tal vez, haya sido el primer ícono corporativo. Fundó la compañía Ford Motor Company y se erigió como el padre de las cadenas de producción modernas utilizadas para la producción en masa. El lanzamiento del Ford T revolucionó el transporte y la industria en los Estados Unidos. Fue un inventor prolífico, que obtuvo 161 patentes registradas en ese país.
Inició un sistema bautizado como el "fordismo", que se desarrolló entre fines de los años treinta y principios de los setenta y que creó mediante la fabricación de un gran número de automóviles de bajo costo mediante la producción en cadena. Si bien Ford tuvo una educación bastante pobre, su visión era global, con el consumo como llave de la paz del mundo. Walt Elias Disney es otra marca registrada. Hijo de un granjero de Illinois, junto con su hermano Roy fundó The Walt Disney Company, que inventó los dibujos animados y al personaje Mickey Mouse. Hoy es un conglomerado que factura US$ 30 mil millones, gestiona dieciocho parques de atracciones, treinta y nueve hoteles, ocho estudios cinematográficos, once canales de televisión por cable y uno terrestre (la cadena ABC).
En los 80, apareció la figura de Steven Allan Spielberg. Reinventó el cine de ciencia ficción y de acción con películas como Tiburón, E.T., Munich, Jurasic Park, entre otras. Fundó su propia productora y dio impulso, como nadie, a la industria cinematográfica de Hollywood. Ya en la era de Internet, se erige la figura de Mark Zuckerberg. Ambicioso estudiante universitario de Harvard que inventó -en medio de polémicas que llegaron a la Justicia por quién fue el dueño de la idea- el concepto de red social con Facebook. Con tan sólo 27 años, ya es ícono del empresario que se viene. Su empresa tiene 500 millones de usuarios y el último valor al que podría llegar sería de US$ 60 mil millones aún sin haber abierto su capital a bolsa.
Es tal su presencia en los medios que ya compartió almuerzos y cenas con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca. El primer mandatario le devolvió la gentileza con una conferencia de prensa desde las oficinas centrales de Facebook en Palo Alto, California. Los otros íconos empresariales por consagrarse son la pareja creadora del buscador Google, Sergey Brin y Larry Page. Su compañía se transformó en un gigante de la informática que extendió sus negocios a la telefonía, el video y las redes sociales. Es tal su éxito que inventaron un verbo a nivel mundial, googlear, sinónimo de buscar en Internet datos de algo o alguien. Lo único que les falta para dar el gran salto es más exposición mediática, a lo que se han mostrado esquivos hasta ahora.
0 comentarios:
Publicar un comentario