El penthouse del actor de Indiana Jones en Manhattan cuesta 16 millones de dólares, mientras que la casona de Bel Air de la diva está a "tan sólo" US$ 8 millones. La última joya en el mercado es la mansión de Katharine Hepburn en Long Island, perteneciente a su familia desde 1913 y la misma en la que falleció en 2003 a los 94 años. La casa cuesta nada más que 28 millones de dólares y tiene 15 habitaciones, siete cuartos de baños completos, una finca, un muelle y salida a la playa...
El piso de Ford en Manhattan es otra de las perlas del mercado inmobiliario para ricos y seguidores de famosos. Tiene 11 dormitorios, ascensor privado y un patio propio. La mansión de Elisabeth Taylor tiene un valor un poco menor, pero es más lujosa y se destaca el jardín de la artista, en el que hay bambúes, orquídeas y rosales. También el rapero Sean Diddy Comb puso a la venta su casa de Nueva Jersey por 13,5 millones de dólares, mientras que Billy Joel colgó el cartel en su hogar de recreación de Long Island a US$ 15,7 millones. Algo más accesible es la réplica de la casa de Up aprobada por Disney a 400 mil dólares, señala El País.
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