El hecho ocurrió anoche, en momentos en que en la Oficina de Servicios de Atención Permanente conocía la medida de coerción a Roberto de Jesús García, uno de los tres hombres implicados en el asesinato de Hugo García Rosario, mayor del Ejército Nacional. A Hansel Gerónimo, quien se dio a la fuga, se le había dictado un mes de prisión preventiva, por supuesto robo y ventas de narcóticos.
Él burló la seguridad del lugar, emprendió la huida y de inmediato abordó un carro del transporte público, casi al frente de la institución. Una señora que estaba dentro del vehículo, al percatarse de que éste tenía esposas, empezó a gritar “un ladrón, un ladrón…” y Hansel fue nuevamente detenido. Mientras era regresado al recinto, el preso imploró de rodillas perdón a las autoridades. “¡Ay no me hagan nada, llévenme para La Victoria, yo soy un hombre operado! ¡Ay mis hijos!”, suplicó. Luego de unos minutos, el recluso junto a otros tres fue introducido a una camioneta de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) con rumbo desconocido.
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