Escondidas en el rincón occidental del estado de Massachusetts, las onduladas colinas del Condado de Berkshire no parecían un frente de batalla contra la globalización. Pero eso era antes del colapso financiero de 2008, la actual crisis de la deuda europea y los temores de una doble recesión en Estados Unidos. Ahora el mundo está pendiente de ver como la comunidad de 19.000 personas está sobreviviendo la crisis económica global, usando el BerkShare, en vez del dólar. "Los BerkShares son nuestra propia moneda respaldada por dólares estadounidenses", señala Nancy Fitzpatrick, propietaria del bar Red Lion Inn en Stockbridge, uno de los 400 negocios que aceptan BerkShares. "Es una reafirmación de nuestra economía local y una indicación de que yo apoyo a las empresas locales, que mis dólares se gastarán dentro del Condado de Berkshire"...
Tres millones: Tres millones de Berkshares fueron emitidos desde el lanzamiento de la moneda legal hace siete años y 130.000 siguen en circulación. Valen un poco más de un dólar, y representan el equivalente de un descuento del 5%. Por ejemplo una cena de US$100 en el Red Lion cuesta $95 si el cliente utiliza BerkShares. El Red Lion los utiliza para pagar a los agricultores de la zona, quienes suministran vegetales frescos. A su vez los agricultores regresan al pueblo a gastar sus BerkShares en las tiendas locales. "El propósito es no depositarlo en el banco porque los BerkShares tienen más fuerza si están circulando. El dinero nunca sale de la comunidad y por eso todo el mundo es más rico", dice Stefan Root, dueño de la tienda de bicicletas Berkshire Bike and Board en Great Barrington.
Root considera que la moneda tiene el potencial de proteger a las comunidades de las fluctuaciones de los mercados globales, que pueden afectar desde las pensiones hasta los precios de los productos alimenticios. "La idea que tenemos de pertenecer a un mercado global está demostrando ser insostenible. Nuestra economía global está basada en el crecimiento y si no hay crecimiento, la economía colapsa". "Los BerkShares están poniendo de relieve que podemos sobrevivir produciendo cosas localmente. Ver cómo y dónde se gasta dinero es algo en realidad muy importante". Sin embargo, Root admite que comprometerse con los BerkShares es difícil porque mucho de los materiales viene de afuera, incluyendo las bicicletas que vende, las cuales son hechas en China. "Y los chinos no aceptan BerkShares".
Satisfacer a una comunidad: Se trata de un problema que también experimentan otros negocios en Berkshire y demuestra los límtes prácticos de cualquier moneda local. Durante 40 años Joe y Darleen Wilkinson han estado a cargo de su empresa familiar de excavaciones en Sheffield y comenzaron a aceptar BerkShares para apoyar a su comunidad. Sin embargo, debido a las grandes cantidades de dinero asociadas a la industria pocos clientes se mostraron dispuestoa a pagar en una moneda que no fuese el dólar. "Pocas personas vendrán a nosotros con el equivalente a US$10.000 en BerkShares en efectivo", dice Wilkinson. "Y en algunos casos, si estamos haciendo algo grande, tendrán que pedir dinero prestado para pagar. Sin ninguna duda, estamos limitados en el monto que recibiríamos en BerkShares en nuestro tipo de negocio".
La señora Wilkinson calcula que ha recibido no más de US$2.500 en BerkShares en los últimos cuatro años y que incluso volver a poner en circulación esa cantidad les ha sido difícil. "Tenemos que comprar muchos materiales fuera del pueblo y la mayoría de lugares no los aceptan, así que no tenemos la opción de gastarlo en compras para nuestro próximo trabajo". Cerrar esas brechas en la cadena de suministro es la fase próxima que se tiene planificada en el desarrollo de la moneda. Nuevos negocios dedicados a llenar las necesidades de la comunidad pronto podrán solicitar préstamos con la condición de que 25% del dinero sea en BerkShares. "A veces la gente no sabe que hacer con sus BerkShares y esto les daría una oportunidad de reinvertir sus excedentes", señala Nick Kacher del New Economics Institute que apoya a los Berkshares. "Los Berkshares son un experimento. La moneda fue lanzada como una forma de utilizar el capital como instrumento para fortalecer comunidades. "La versión actual llama la atención de alguna gente, pero no de todo el mundo. Ya la novedad de la moneda está comenzando a pasar, pero los préstamos harán que se refresque".
El índice del sirope de arce: Basado en un modelo iniciado en el estado de Washington, los préstamos podrían estar disponibles en menos de dos años. También hay planes de desvincular los Berkshares del dólar. El movimiento ganó impulso en julio cuando el Congreso se vio en dificultades para alcanzar un acuerdo sobre la mejor manera para reducir el enorme déficit del país. Hasta que se llegó a un acuerdo, Estados Unidos enfrentó por primera vez en su historia la posibilidad de suspender el pago de sus obligaciones porque los republicanos en la Cámara de Representantes se negaban a aumentar el techo de la deuda. "Teníamos un montón de gente preguntando si los Berkshares mantendrían su valor en caso de que el dólar colapsara, y la respuesta era no", dijo Kacher. "Los Berkshares necesitan estar respaldados por una materia prima local, en nuestro caso, alimentos producidos en al región de Berkshire".
El valor del dólar se determina por los mercados nacionales e internacionales, que, según dice Kacher, no necesariamente reflejan lo que está sucediendo en las comunidades de Berkshire. "Pero si la moneda está respaldada por materia prima local, como el sirope de arce, de manera que diez BerkShares compren un galón de sirope, entonces lo que sea que le suceda a los mercados o al valor del dólar, diez BerkShares siempre comprarán un galón de sirope". En ese escenario el Berkshare se uniría a un cambio flotante. Si el precio de producir un galón del jarabe sube, entonces costaría más dólares comprarlo, no más BerkShares. La tasa de cambio se modificaría, no el valor del producto.
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