En el año 2009 una copia de X-Men Origins: Wolverine fue filtrada a Megaupload un mes antes de su estreno en las salas de cine teniendo la marca de agua “Workprint”, esto es, era una película sin efectos especiales, sin música o cualquier otro signo de post-producción. La industria se movilizó acusando a quienes poseyeron ese material antes de averiguar quienes les robaron. Gilberto Sánchez, un neoyorkino de 49 años fue acusado de distribuir material protegido para su uso comercial en dos sitios web y sentenciado a un año en una prisión federal con otro año de libertad condicionada, por si no fuera suficiente, no tendrá acceso a cualquier clase de computadora durante todo ese tiempo. La jueza de distrito estadounidense Margaret M. Morrow, calificó la conducta del acusado como una ofensa “muy seria”...
Sánchez asegura que compró la copia en DVD de Wolverine a un coreano en un restaurante chino. Después de ver la película, la subió a Megaupload bajo el pseudónimo de SkillyGilly, un día después se filtró por Internet siendo la noticia alrededor del mundo y en diciembre de 2009 el FBI lo rastreó hasta su domicilio. A consecuencia de esta filtración, Roger Friedman, un columnista del sitio web de Fox News, fue despedido por haber hecho una reseña de la película basada en esa copia. Al parecer, esta no era la primera vez que Sánchez subía material protegido, ya que venía realizando esta actividad durante cuatro o cinco años. Si bien este es un mensaje que envía la justicia norteamericana en contra de aquellos que osan descargar material protegido, es curioso que mientras los usuarios son perseguidos por esas entidades, en otros lugares se practica un doble discurso.
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