La vida turística en las paradisíacas playas mexicanas de Acapulco convive con una violenta disputa de cárteles narco. El estado de Guerrero está sitiado por el crimen organizado. Fuentes de la Fiscalía informaron a la agencia de noticias EFE que fueron hallados los cuerpos de 9 hombres y el de una mujer en distintos puntos del puerto, en el estado de Guerrero.
El cuerpo sin vida de la mujer apareció en la madrugada de este lunes 28 de mayo en una carretera. Las autoridades señalan que podría tener unos 20 años, pero se desconoce su identidad. Otros dos cuerpos también fueron encontrados desmembrados. El reporte oficial detalla que estaban esparcidas las cabezas y las extremidades de las víctimas.
En la mañana del sábado 26, fueron asesinados a tiros dos varones junto a una pista de baloncesto. Los otros cinco cuerpos fueron encontrados con heridas de bala en distintos puntos del centro turístico de la ciudad.
La violencia relacionada con el narcotráfico se incrementó en Acapulco debido a que facciones del cártel de Los Beltrán Leyva se pelean por el territorio, desde que su líder, Arturo Beltrán Leyva, murió a manos de la Fuerzas Armadas mexicanas en diciembre del 2009.
Se trata de un puerto estratégico para la entrada y salida de droga.
Las playas de Acapulco fueron el escenario de dramáticas matanzas: a principios de 2011, la Policía halló 15 cuerpos decapitados. Ese mismo fin de semana se contabilizaron 31 víctimas fatales vinculadas con el narco. Las playas ya habían aparecido en la sección de policiales de los periódicos mexicanos, cuando, a fines de 2010, se descubrió otra matanza.
En esa oportunidad, una banda criminal secuestró y ejecutó a un contingente completo de 20 turistas mexicanos que fueron hallados en una fosa común a más de un mes de su desaparición.
Con paradisíacas playas, ruinas arqueológicas y una sofisticada oferta gastronómica, el país tiene una estructura turística consolidada, que está pagando muy cara la estrategia del presidente Felipe Calderón en su combate contra el narcotráfico.
El gobernador Ángel Aguirre Rivero dispuso un fuerte operativo en las zonas donde normalmente acude el turismo nacional e internacional, pero en la periferia la población exige más seguridad.
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