Científicos, artistas, románticos y nostálgicos se aprestan a presenciar un espectáculo que no se repetirá en un siglo: el lento tránsito de Venus sobre el disco radiante del Sol.
Es un acontecimiento tan especial que museos y escuelas en todo el mundo han organizado festivales de observación para presenciar el paso del segundo planeta del sistema solar que representa a la diosa romana del amor y la belleza. Aun los astronautas a bordo de la estación espacial internacional en órbita están preparados para observarlo.
El tránsito planetario tendrá mañana martes por la tarde en el hemisferio occidental y el miércoles por la mañana en el hemisferio oriental.
Venus aparecerá como una mota oscura desplazándose sobre el brillo del disco solar. Al igual que en un eclipse solar, se ha advertido al público que no debe mirar directamente el Sol sin gafas protectoras.
El tránsito durará 6 horas y 40 minutos y será visible desde el Pacífico occidental, el este de Asia y el este de Australia.
Los observadores en Estados Unidos, Canadá, México, Centroamérica y el norte de Sudamérica podrán presenciar el comienzo del tránsito antes de que se ponga el Sol. En Europa, el oeste y centro del Asia, este del África y oeste de Australia se podrá ver el final del tránsito después de la salida del Sol. También se podrá observar en transmisiones en vivo de la NASA y varios observadores.
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