SANTO DOMINGO. Los partidos políticos se han abrazado a las encuestas y las reservas mediante pactos grupales, para sustituir el método de la votación democrática de sus militantes en la elección de sus candidatos para los próximos comicios presidenciales, congresuales y municipales.
Con esta práctica violan el artículo 216 de la Constitución, que indica que los partidos políticos deben sustentar su conformación y funcionamiento “en el respeto a la democracia interna y a la transparencia, de conformidad con la ley”.
La Carta Magna también manifiesta que los partidos políticos deben respetar el pluralismo político, mediante la propuesta de candidaturas a los cargos de elección popular.
Enfatiza en que deben garantizar la participación de ciudadanos y ciudadanas en los procesos políticos que contribuyan al fortalecimiento de la democracia.
Esto comienza a surtir efecto dentro de los partidos políticos tradicionales, como el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y en los emergentes, como el Revolucionario Moderno (PRM).
Entre ambas organizaciones rivales hay una guerra para ver quién le lleva más aspirantes y precandidatos a otro, de los que denominan “heridos”, que son los que no pueden ser candidatos, debido a que no pasaron la prueba de las encuestas, o no se les permitió ir a primarias, porque la plaza a la que aspiraban en su partido fue reservada.
El primero en elegir a candidatos sin primarias para el próximo proceso fue el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), el 22 de febrero de este año, en donde “por consenso” eligió 14 candidatos a senadores y a cerca de un centenar de candidatos a diputados.
Allí fue electo el presidente del PRSC, Federico Antún Batlle, como candidato presidencial, quien, ante el estancamiento de las conversaciones con el PLD para un acuerdo electoral, anunció que completarán la matrícula de candidatos en este año.
El pacto de las reservas
A finales de mayo, el PLD puso fin, mediante un pacto de reservas de candidaturas de sus actuales senadores y diputados, a una crisis entre los grupos del presidente Danilo Medina y del expresidente Leonel Fernández por una nueva candidatura de Medina en procura de la aprobación de la reelección en la Carta Magna.
Este pacto también reservó a los alcaldes, con la condición de que tengan un mínimo de aceptación en la simpatía de sus electores, o de lo contrario se harían primarias para elegir el candidato, junto a los demás precandidatos.
El mayor partido de oposición, el PRM, eligió mediante primarias a Luis Abinader como su candidato presidencial, pero el pasado 30 de octubre presentó los nombres de nueve candidatos a senadores, que fueron electos “por consenso” interno.
Deterioro del sistema
El vicepresidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños, aseguró que tendrá un impacto negativo en los partidos políticos, el incumplimiento del principio constitucional de respeto a la democracia interna.
“Este es el reflejo de las debilidades institucionales que existen a lo interno de los partidos políticos en la República Dominicana”, argumentó.
Castaños consideró que la no realización de primarias para elegir a los candidatos indica el deterioro del sistema de partidos en el país, el que a su entender corre el riesgo de diluirse.
“El método de las encuestas no es el que estableció la Constitución, ni tampoco es el método que establece la propuesta de Ley de Partidos Políticos de la Junta Central Electoral”, insistió.
El jurista señaló que los estudios de organismos internacionales indican que la calidad de la democracia en el país está en niveles similares a los que se tenían en el año 2002.
“Estamos frente a una situación muy grave, porque esto va diluir el sistema de partidos”, subrayó.
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