Mañana inicia oficialmente la estación del verano, una época destinada especialmente a vacacionar, y por lo tanto, se presta para algunos excesos. Esto precisa, recordar las recomendaciones del cuidado personal, porque como dice la dermatóloga Consuelo Yunén, "la salud no se va de vacaciones"...
La temporada estival es la época de mayor exposición al sol, es el tiempo en que los niños se van de vacaciones, abundan las invitaciones a la playa y los días suelen ser más largos, razones, entre otras, que imponen un gran cuidado de éste órgano, que es el más largo del cuerpo humano. La doctora Yunén, de la Clínica Cutis, recomienda tomar de dos a dos y medio litros de líquidos diarios. "Cuando aumente el calor, la humedad o tu nivel de actividad física puedes necesitar beber más porque se incrementan las pérdidas hídricas", refiere la especialista.
Recomienda evitar las bebidas alcohólicas, con cafeína o muy azucaradas; porque tienen un gran poder diurético y deshidrata. También exhorta a tratar de hacer siesta al mediodía, evitar las comidas muy calientes o copiosas y en su lugar, comer más ensaladas y frutas. "Las frutas, verduras y hortalizas contribuyen a la hidratación, ya que tienen un alto contenido en agua", enfatiza Yunén.
Para complementar con este hábito alimenticio, aconseja, usar protectores solares y retocar los mismos durante el día. Se recomienda filtros con UVA y UVB para evitar los daños de la radiación solar y el envejecimiento prematuro de la piel, así como usar lentes de sol, sombreros, pamelas o gorras. En cuanto a la ropa, propone usar colores claros y tejidos naturales como algodón y que no sean ajustadas. Asimismo, ducharse con agua fría y durante el día empapar la piel con toallas húmedas.
Ojo con los niños: La doctora pide especial atención a los niños y ancianos, ya que según expresa, estas temperaturas extremas son muy peligrosas para estas edades. Recomienda hacer actividades al exterior las primeras horas de la mañana, de 7 a 10 am o en las últimas horas de la tarde de 4 a 7 pm. Informa que los tres primeros días de exposición al sol son los verdaderamente importantes. En el primer día es en el que se producen la mayor parte de las quemaduras que muchas veces duran todo el verano.
"Hay que tomar el sol en sesiones de unos pocos minutos, que se extenderán a unos cuantos más el segundo día. El tercer día la piel entra en crisis. Es el momento en que la melanina estimulada durante los dos días anteriores, consigue alcanzar la epidermis pero aún no la protege. Si ese día no se toma el sol o se utiliza una protección total, se tendrá asegurado el éxito", concluye la dermatóloga Yunén. Los riesgos de tomar el sol son bien conocidos y se ha escrito mucho sobre ellos, con el objetivo de sensibilizar a la población y evitar sus efectos negativos, aunque nunca está de más repasarlos.
El exceso de sol produce manchas y arrugas en la piel, siendo un factor importante en su envejecimiento. Los rayos ultravioletas del sol son un factor de riesgo para el cáncer dermatológico, como el melanoma, eritema solar, dermatosis actínica crónica o la formación de lunares malignos, problemas de la vista, como cataratas, quemaduras, irritación y maltrato de la capa epidérmica. En general, estos problemas aparecen con el abuso considerable de la exposición a los rayos solares, aunque los expertos consideran que las quemaduras se producen por una exposición repentina.
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