Un juez de la Corte Suprema del Estado de Nueva York condenó la tarde de este miércoles al dominicano Daniel Santana, de 35 años de edad, quien el 7 de diciembre de 1997, quemó viva a su compatriota Carmen María, cuando fue al apartamento de la víctima a dar un "tumbe", creyendo que allí había un punto de drogas...
El magistrado Thomas Farber impuso la sentencia al narcotraficante criollo con la opción de tener derecho a pedir libertad bajo palabra cuando cumpla 25 años, pero si la petición es negada por la junta, tendrá que pasar el resto de su vida detrás de las rejas. Una hermana de la víctima, que acompañada por otros parientes, vecinos y amigos de Carmen, hablando en nombre de los hijos de la occisa, dijo que la pérdida de su hermana fue muy grande para su familia.
Las autoridades pidieron a los medios no identificarla por razones de seguridad. "No hay un momento en que su hijo menor no pregunte por ella, aunque apenas la conoció", expresó la acongojada mujer. Santana, cuyo récord criminal comenzó cuando tenía 18 años de edad, fue hallado culpable de asesinato en segundo grado con indiferencia depravada por la vida humana, secuestro, torturas y posesión criminal ilegal de un arma, además de narcotráfico.
En 1993, fue condenado en Pensilvania por conspiración criminal. En 1997 fue arrestado y sentenciado por un robo a mano armada en El Bronx, ese mismo año se le detuvo por posesión ilegal de armas y robo en un apartamento de la calle 136 Oeste y en 1999 se le sentenció nuevamente por robo de identidad, cuando cambió la suya por la de otro preso con fines de escapar de la cárcel.
El Fiscal de Distrito, Cyrus R. Vance Junior, al aplaudir la sentencia contra el dominicano dijo que los hechos en el caso, fueron realmente escalofriantes. Indicó que el caso había sido resuelto desde varios años, pero los testigos sobrevivientes huyeron por miedo a ser reprimidos. Fueron localizados en agosto del 2008, cuando Santana fue arrestado y acusado luego de ser identificado.
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