Una ola de calor extremo afecta la ciudad desde hace tres días y las temperaturas, con los niveles de humedad, se están situando en los 100º grados Fahrenheit, lo que ha obligado a las autoridades a abrir docenas de centros de enfriamiento en los cinco condados...
La situación, agravada por un solo candente, ha provocado el sofocamiento de varios estudiantes que ensayaban en el auditorio de una escuela en Long Island, el internamiento de docenas de ancianos y niños y el que principalmente en los barrios populosos cientos de personas salgan de sus apartamentos en busca de fresco y la apertura de miles de hidrantes (pompas) del Departamento de Bomberos, los que son usados por los civiles para refrescar con abundante agua calles y aceras.
Esos hidrantes, sirven también como alternativa para que los transeúntes se laven las caras, para tratar de minimizar el efecto del calor y los automovilistas “laven” el exterior de sus vehículos. Virtualmente, la ciudad es un horno por los cuatro costados, mientras los parques, áreas verdes y centros recreativos están repletos de gente. El alcalde Michael Bloomberg dijo ayer jueves que todos los equipos de la ciudad están listos para socorrer a quienes necesiten enfriarse de las altas temperaturas.
El calor, podría generar apagones en el servicio eléctrico por la enorme sobrecarga de aires acondicionados y otros aparatos relativos que tienen que ser prendidos para rehuir la ola. La compañía Con Ed que suple al estado de electricidad y gas, dijo que sus técnicos y obreros, están también listos para responder a cualquier falla o emergencia. En el sistema de trenes, se ha aumentado el volumen de los aires acondicionados en los vagones y la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), adelantó que tratará de mantener a los pasajeros de autobuses y trenes, lo más cómodos posible.
Docenas de piscinas públicas también están abiertas al público. Las autoridades dicen que la apertura de los hidrantes es ilegal y que constituye un gran problema, porque se desperdicia una enorme cantidad de agua que necesitan los bomberos, que en casos de incendios, conectan sus mangueras allí para suplir los tanques de sus camiones. El Departamento de Medio Ambiente (DEP) indicó que más de la mitad de los hidrantes de la ciudad, están abiertos. Esa situación, quita presión al servicio de agua potable y de aseo en apartamentos y residencias particulares.
Salvatore Cassano, Comisionado de los Bomberos, dijo que la apertura de los hidrantes es un obstáculo para que los oficiales puedan combatir fuegos con suficiente agua, por lo que necesitan la presión normal de bombeo. Los ciudadanos, especialmente jóvenes usan llaves profesionales para abrir las tapas de los hidrantes que cuando son antiguas, desparraman hasta 1.000 galones en pocas horas. Los bomberos dicen que el máximo que se podría bombear es 25 galones. Por ello, están sustituyendo en algunos barrios, como el Alto Manhattan, poblado mayoritariamente por dominicanos, las tapas viejas por nuevas. El calor, también ha aumentado significativamente los niveles de ozono en la región Noroeste, incluyendo a Nueva York y New Jersey. El ozono es una amenaza para niños, ancianos y para quienes tienen problemas respiratorios.
Hombres en edades de 65 a 84 años, son los más afectados por el ozono y su exposición el calor extrema. La alerta de calor excesivo emitida por el Servicio Nacional de Meteorología, se extendería hasta las 8:00 de la noche de ayer jueves, abarcando los estados de New Jersey, Pensilvania, Delaware y el Centro Oeste de la región. Las actuales temperaturas rompen un récord de 1933 cuando para esta misma fecha se situaron cerca de los 90 grados Fahrenheit.
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