Un capellán de una cárcel de Queens y ministro de la iglesia católica Monte Carmelo identificado como Frank Detucci de 70 años de edad, fue sorprendido haciendo sexo oral con un preso de la cárcel Queensboro Facility Correctional al que pagó varias veces para repetir la relación, dijeron las autoridades...
Oficiales de corrección de la penitenciaria que observaron en la cámara de seguridad al dirigente religioso en la acción sexual, lo arrestaron en el mismo recinto, luego de que éste terminara la visita al reo a quien veía con mucha frecuencia para “confesarlo”. El capellán admitió a las autoridades haber pagado $200 dólares al prisionero, dinero que llevó en uno de sus zapatos para evadir el registro, mientras en su billetera portaba otros $153 dólares. Los guardias lo vieron en la cámara arrodillado a las piernas del recluso y actuaron cautelosamente hasta que terminara el acto sexual para consolidar la evidencia.
El capellán visitó el domingo pasado al presidiario y dijo en los interrogatorios que el mismo acto lo hicieron el 5 de julio, cuando pagó $120, mientras otras veces le dio $150 dólares para saciar su deseo homosexual. El religioso, usó su oficina ubicada en la cárcel y que es una prisión de mínima seguridad. Detucci trabaja desde 1992 para el sistema carcelario de Nueva York, pero se ignora hasta el momento cuántas veces y con cuantos presos hizo la misma relación. Su arresto fue confirmado por el Departamento de Correcciones de la ciudad, desde donde se dijo que el capellán, no se ha presentado a trabajar esta semana, específicamente desde el lunes, porque está suspendido sin disfrute de sueldo y con una acusación por mala conducta.
La agencia noticiosa europea NMANewsDirect, divulgó ayer miércoles un video en la Internet en el que aparece una personificación del religioso y el preso en el acto sexual. Su expediente está en manos de la fiscalía de Queens, pero Correcciones ordenó al personal de la cárcel, tomar otras medidas disciplinarias contra el capellán. Los líderes de la iglesia Monte Carmelo, rehusaron hacer comentarios sobre el caso y lo propio hizo la entidad Caridades Católicas de Queens, que tiene un estrecho vínculo de colaboración con ese templo. Un portavoz de la organización caritativa justificó el silencio diciendo que es un caso que corresponde sólo a la citada iglesia. El capellán enfrenta hasta cuatro años en la cárcel por acusaciones de mala conducta oficial, participación en un acto sexual criminal y mala conducta sexual.
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