A casi tres décadas de su primer intento, Diana Nyad, de 61 años, volvió a abandonar por fuertes vientos y problemas físicos. Su travesía en el mar duró 29 horas. Elaine Lafferty, quien está en el bote que acompaña a la atleta, según el blog de Nyad, escribió en Twitter: "Se terminó". Y agregó que la "combinación de factores fueron demasiados para seguir de forma segura". Entre las causas, mencionó los fuertes vientos. El lunes, el equipo de Nyad reportó que estaba avanzando hacia el Estrecho de Florida a pesar de las quejas físicas. La nadadora había esperado terminar su recorrido en la punta sur de Cayo Hueso, después de unas 60 horas de nado...
Su deseo era desafiar a la naturaleza y la edad, "poner un granito de arena" en el acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos, además de una hazaña deportiva. De haberlo logrado, hubiera sido la primera persona en cruzar el estrecho sin la ayuda de una jaula a prueba de tiburones, confiando sólo en la tecnología y buzos que ahuyentaran a los depredadores con aletas. Bronceada y pecosa por las prolongadas horas de entrenamiento en mar abierto del Caribe, la estadounidense expresó confianza de cumplir con su cometido antes de comenzar su travesía poco antes de que se pusiera el sol el domingo. En ese momento, el viento y las aguas en calma eran las condiciones perfectas para lograr su objetivo de 166 kilómetros.
"Siento que la adrenalina esta corriendo, el mar esta como un plato, tengo confianza en mí y en mi equipo, creo que éste es mi día", comentó Nyad el domingo, poco antes de tirarse al agua. Vestida con un traje de baño negro, un gorro azul y espejuelos negros, Nyad se cubrió el cuerpo con una grasa protectora antes de salir al Atlántico en un punto de la costa norte de Cuba, cerca del Club Náutico de la Marina Hemingway. El 13 de agosto de 1978, Nyad se lanzó al Atlántico con la misma meta, pero renunció agotada tras recorrer unos 121 kilómetros en cerca de 42 horas.
Sin embargo, en aquel entonces la nadadora sí iba en una jaula que la protegía de los tiburones. En esta ocasión, la acompañaban cuatro buzos y dos canoas con dos barras eléctricas para espantar a los tiburones, explicó Nyad. "No tenemos armas, no vamos a matar a los tiburones, sólo queremos alejarlos", dijo. En 1979, la nadadora estadounidense festejó su trigésimo cumpleaños nadando 165 kilómetros desde la costa Bimini en Bahamas hasta la Florida en 27 horas y 30 minutos, también sin jaula protectora. "Quiero romper esa marca, nadar unas 103 millas (166 kilómetros) en unas 60 horas, según las corrientes del mar", dijo Nyad, quien cumplirá 62 años el 22 de agosto. La extrovertida estadounidense comentó también: "quiero demostrar que con mi edad tengo mucha vida, mucha vitalidad, y después de los 60 años no es tarde para hacer grandes cosas". Nyad llevaba dos años entrenando en la isla San Martín, en el Caribe, entre 8 y 15 kilómetros cada dos días para prepararse.
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