El Departamento de Justicia de EE.UU. bloqueó hoy el plan de la telefónica AT&T para comprar T-Mobile USA y convertirse así en el mayor operador del país por delante de Verizon Wireless, con el argumento de que la fusión reduciría la competencia y elevaría los precios. El pacto entre ambas compañías, valorado en 39.000 millones de dólares, debería considerarse una violación de las leyes antimonopolio estadounidenses, según la demanda interpuesta en un tribunal federal de Washington por el Departamento de Justicia. En una rueda de prensa para anunciar la demanda, el secretario adjunto de Justicia, James Cole, indicó que "la fusión de AT&T y T-Mobile desembocaría en decenas de millones de consumidores en todo EE.UU. encarando precios más altos, menores opciones y productos de menor calidad para los servicios de telefonía inalámbrica"...
Y es que de aprobarse la fusión, AT&T desplazaría como mayor operador del país a Verizon Wireless, una empresa conjunta entre la estadounidense Verizon y la británica Vodafone, y supondría dejar el 80 % del mercado de la telefonía móvil en EE.UU. en manos de dos compañías. El acuerdo de fusión, anunciado el pasado marzo, ya había suscitado la oposición de numerosos grupos de consumidores, así como de otras compañías de telefonía móvil. AT&T es la segunda empresa de telefonía móvil en EE.UU. por número de suscriptores y sus ingresos totales superaron los 124.000 millones de dólares el año pasado. T-Mobile, propiedad de la alemana Deutsche Telekom, es la cuarta, cuenta con cerca de 33,6 millones de suscriptores en EE.UU. y obtuvo ingresos por 18.700 millones de dólares en 2010 por sus servicios de telefonía móvil.
"A menos que esta fusión se vea bloqueada, la competición y la innovación se reducirán y los consumidores se verán perjudicados", recalcó hoy la subsecretaria adjunta de Justicia, Sharis Pozen. La decisión del Departamento de Justicia, que llega antes de que se pronuncie sobre la fusión la Comisión Federal de Comunicaciones, pone en entredicho el futuro en EE.UU. de T-Mobile, que ha tenido dificultades para competir con sus rivales de mayor tamaño. "Estamos sorprendidos y decepcionados por esta decisión, especialmente porque nos hemos reunido en repetidas ocasiones con el Departamento de Justicia y no había indicios de que contemplara una acción así", afirmó en un comunicado el vicepresidente ejecutivo de AT&T, Wayne Watts, tras conocerse la noticia.
Además, anunció que la compañía planea pedir una audiencia especial para que se revisen en detalle los "enormes" beneficios que traería la fusión con T-Mobile. La propuesta de fusión ayudaría a mejorar el servicio de telefonía móvil a millones de clientes, permitiría expandir su red 4G al 97 % de la población de EE.UU. y crearía miles de millones de inversores y decenas de miles empleos cuando el país "más lo necesita", argumentó Watts. Hoy mismo, poco antes de la decisión del Departamento de Justicia de bloquear la fusión, AT&T había anunciado en un comunicado que planea devolver a Estados Unidos 5.000 empleos de centros de llamadas para atención al cliente externalizados en otros países si las autoridades reguladoras dan el visto bueno a la operación.
Las acciones de AT&T -una de las treinta compañías que componen el índice Dow Jones de Industriales- caían el 4,63 % pasado el ecuador de la sesión en la Bolsa de Nueva York y se cambiaban de manos a 28,25 dólares, con lo que la empresa acumula un descenso del 3,85 % desde que comenzó el año. Hacia la media sesión en Wall Street, las acciones que cotizan en los mercados secundarios de Deutsche Telekom, propietaria de T-Mobile, caían un 6,53 %. El gigante alemán también cayó un 7,6 % al cierre en Fráncfort y redujo las ganancias en los últimos compases de la negociación del selectivo DAX 30, que concluyó la jornada con una subida del 2,5 %.
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