El gobierno de Venezuela manifestó ayer su repudio a la decisión de Estados Unidos de sancionar a Petróleos de Venezuela (PDVSA) por considerar que apoya al sector energético de Irán y afirmó que está estudiando las implicaciones de esa medida para dar "la respuesta más adecuada".
"El Gobierno Bolivariano manifiesta su más contundente repudio a esta decisión por constituir una acción hostil situada al margen del derecho internacional, violatoria de los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas", indicó el canciller Nicolás Maduro, al leer un comunicado.
El subsecretario de Estado de EE.UU., James Steinberg, anunció que PDVSA y otras seis firmas no podrán firmar contratos con la Administración estadounidense ni recibir financiación de EE.UU. para sus operaciones de importación y exportación, aunque no se verá afectada la venta de petróleo venezolano.
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