Uno puede ser un tipo muy bueno y muy bien intencionado en la vida, pero por mucho que tenga un blog público para actualizar todos los avances del reactor nuclear que construye en su propia cocina, es altamente probable que a la policía no le parezca correcto y pida amablemente que desistamos de la extraña idea...
Algo así le pasó a un hombre de 31 años -no identificado- en la localidad de Ängelholm en Suecia, que llevaba seis meses trabajando en la construcción de un reactor nuclear casero y que no tenía problema alguno en hablar y comentar sobre su experimento. Lo llamativo es que no despertó sospechas sino sólo hasta que hace unas semanas se comunicó con la Autoridad de Radiación de Suecia para averiguar si era legal fabricar un reactor nuclear en casa. Le dijeron que enviarían a alguien para medir los niveles de radiación de su departamento, pero se presentaron acompañados de la policía, pese a que su contador Geiger no detectaba problema alguno de emanaciones.
Fue arrestado y no tuvo complicaciones para explicar que su interés en la física nuclear despertó cuando era un adolescente y que había encargado material radiactivo al exterior y otro poco al desmontar una alarma de incendios doméstica. Declaró haber invertido alrededor de US$950 en su proyecto hasta que fue confiscado, terminó de describir todo su experimento y actividades y luego fue puesto en libertad. Sostuvo que logró con éxito hacer un reactor nuclear, pero tenía más que claro que generar cualquier tipo de energía hubiera sido muy complejo, porque hubiera hecho falta una turbina y un generador que no son fáciles de hacer por cuenta propia, según explicó el hombre posteriormente a la prensa. Lejos de desistir en su interés nuclear, aseguró que en el futuro se enfocará en los aspectos teóricos de la física nuclear. Pero bueno, si alguien tenía ganas de hacer un reactor nuclear autodidacta y no está seguro de sus consecuencias legales, ya se puede hacer una idea y buscar otros pasatiempos.
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