Azzopardi, quién próximamente será interrogado por la policía, confiesa que se encontró con la cantante la noche del 22 de julio alrededor de las 11:30 pm a la afueras de un Bar en la zona de Camden donde Winehouse le pidió ayuda para conseguir narcóticos. Aparentemente ambos tomaron un taxi hacia la zona de West Hampstead donde se encontraron con un hombre conocido por los dos quién fue el que le vendió a la cantante cocaína, heroína y crack en raciones de medio onza cada una.
“Esa fue la última vez que la vi, se veía bien, estaba en muy buena forma tenía tiempo estando sobria, no podía creerlo cuando me enteré que había muerto” comenta Azzopardi sobre sus últimos momentos con la cantante. Estas nuevas declaraciones se contradicen con el mensaje de la familia de Winehouse que insiste que la cantante estuvo en su casa durante su última noche tocando batería y cantando y que la policía no encontró ningún tipo de drogas en su hogar de Londres. Cada vez falta menos para conocer los resultados de las pruebas toxicológicas que determinaran definitivamente las causas de la trágica muerte de Amy Winehouse, mientras tanto seguiremos escuchando nuevas hipótesis sobre los últimos horas de la recordada cantante.
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