Fuerte polémica por una mexicana marginada de Miss Mundo 2011 por su peso, la quieren anorexica!

Cynthia de la Vega iba a representar a su país, pero le retiraron su nombramiento por "el incumplimiento de las metas acordadas". Según la modelo, le exigieron que bajara unos kilos, aunque le negaron ayuda profesional. La belleza no es un valor universal. Los cambios estéticos de la historia y las diferencias en las distintas partes del mundo lo comprueban. De hecho, los patrones sobre los que se rige el concurso de Miss Mundo no son los mismos que hace 40 años. Hoy se exige una figura muy delgada. Y el sobrepeso puede ser pagado con la exclusión social e, incluso, la humillación...

Eso le pasó a de la Vega, ganadora del certamen Nuestra Belleza México, cuya victoria le aseguraba un lugar entre las representantes de todos los países que competirán en la versión 2011 del tradicional concurso Miss Mundo, que se celebrará el 6 de noviembre en Londres, Reino Unido. Sin embargo, los organizadores anunciaron el fin de semana su decisión de retirarle a la modelo su nombramiento por "el incumplimiento de las recomendaciones y metas acordadas para su preparación". Su lugar será ocupado por una suplente, cuyo nombre será revelado "en breve", de acuerdo a un comunicado.

Este lunes, de la Vega realizó un duro descargo en una conferencia de prensa, en la que denunció que le exigieron que bajara unos kilos, pero que nunca le proporcionaron ayuda para lograrlo, ni un nutricionista, a pesar de que lo solicitó. "Quiero aclarar que no contaba con un nutriólogo específico, sino que el mismo entrenador, Luis Rangel, era quien nos daba la dieta vía e-mail, que consistía en la misma alimentación durante todo el mes", aseguró la modelo, acompañada por su madre y su abogado, Roberto Flores. Y aclaró que por su trabajo, sabe que un "adecuado plan alimenticio debe ser específico para cada día de la semana y también debe ser supervisado para hacer los ajustes pertinentes". 

La joven señaló que busca recuperar su nombramiento y que ya habló con los organizadores para manifestar su desacuerdo. El futuro es aún un misterio. La modelo lucha contra estrictos parámetros sociales de un tradicional concurso en los que las personas quedan relegadas a un segundo plano. De la Vega conoce las reglas del juego.

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