sábado, 9 de abril de 2011

Charlie Sheen sigue decepcionando.

El show "My Violent Torpedo of Truth/Defeat is Not an Option" desilusionó a los fanáticos del actor en Nueva York. Hubo quejas por el bajo nivel y la corta duración del espectáculo: menos de una hora. Si la gira fuera lo suficientemente larga, tal vez la estrella de "Two and a half men" acabaría por aprender el oficio. Su curva de aprendizaje ha sido levemente ascendente desde el heroico desastre del debut en Detroit hace una semana: se dice que fue tan malo, que será motivo de orgullo decir que uno estuvo ahí. Pero a pesar de la mejora, Sheen no estaba preparado para Nueva York, donde actuó en la primera de dos funciones (la segunda será el domingo). En una gira de apenas 20 ciudades, el tiempo se le acabará muy rápidamente. El público que ocupó las 6.000 butacas del Radio City Music Hall, la clase de gente que disfruta de "Two and a Half Men", lo recibió con una ovación. Pero las risas y aplausos de las anécdotas iniciales rápidamente dieron lugar a gritos de "esto es aburrido" y otras protestas desde la platea. Para el final, cuando Sheen anunció que iba a revelar parte de la lista de cosas que quiere hacer antes de morir, los pasillos ya estaban atestados de gente que partía.

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