En un duelo muy parejo, igualaron 1 a 1 en el estadio Santiago Bernabéu. Los goles llegaron a través de penales. Leo Messi abrió el marcador y empató Cristiano Ronaldo, cuando el local jugaba con diez hombres. José Mourinho salió decidido a evitar el juego de toque del Barcelona, por lo que en el primer tiempo optó por la contención, dejando a Mesut Özil en el banco y colocando al defensor Pepe en el mediocampo. El Real Madrid, que todavía recuerda el 5-0 del 2010, optó por ceder el balón a los visitantes y esperar en su campo para tratar de salir de contraataque o enviar balones largos buscando a Cristiano Ronaldo o Karim Benzema. La táctica blanca dio el resultado buscado atenazando al Barcelona, que apenas inquietó la portería de Iker Casillas en los primeros 45 minutos. El Real Madrid, que había optado por los balones largos, tuvo sus mejores opciones en las jugadas de pelota parada. En una de ellas, sobre el cierre del primer tiempo, Sergio Ramos la bajó, Cristiano Ronaldo cabeceó y Adriano sacó el remate prácticamente de debajo de los palos. Los blancos que habían controlado bien el encuentro vieron revolucionado todo su esquema nada más iniciarse la segunda parte con el rápido penalti que permitió al Barça adelantarse en el marcador, pese a que poco antes Cristiano había enviado un balón al palo.
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