El vehículo fue un símbolo de los excesos del delincuente conocido como "Rasguño". La policía le cerraba las carreteras para que él se divirtiera con su auto. Las autoridades intentaron rematarlo, pero no tuvieron éxito. Ahora servirá a la vigilancia de las calles de Bogotá. Hernando Gómez Bustamante, alias "Rasguño", contó en su momento que adquirió la Ferrari para darse "un vueltón" en una finca del Valle, lugar donde concentró su fortaleza económica. Según el diario colombiano El Tiempo, existen versiones de que el único uso que el narco le dio al vehículo fue en carreteras de ese lugar, en donde algunos uniformados cerraban la vía para que él pudiera divertirse con la velocidad...
Aunque es de 1991, el automóvil está casi nuevo: no tiene más de dos mil kilómetros recorridos y está valorado en 250 mil dólares. Estuvo casi cuatro años estacionado bajo la custodia de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), que intentó varias veces subastarlo sin éxito. Por esa razón, y ante el problema que representaba su cuidado, decidió entregarlo a la Policía Nacional -como administrador temporal-.
La Ferrari se encuentra, por estos momentos, en un taller. Allí lo pintarán de blanco y verde para que luzca como una patrulla. Su función será hacer recorridos de vigilancia en la capital. Pero el verdadero motivo de su transformación parece ser otro: "La idea es enviar un mensaje a los narcos para que sepan que todos los bienes de la mafia pasarán al Estado", dijo un oficial de la Policía que ha liderado el proceso a El Tiempo. Gómez Bustamante, quien entregó el vehículo tras ser deportado de Cuba, donde fue capturado, permanece en prisión en los Estados Unidos. Era miembro del disuelto cártel del Norte del Valle.
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