martes, 8 de noviembre de 2011

Crisis económica en Puerto Rico no disminuye viajes ilegales a esa isla.


La crisis económica y el alto nivel de desempleo que afecta a Puerto Rico no son disuasivos para los viajes ilegales de inmigrantes indocumentados, que actualmente registran un nuevo impulso según estadísticas federales. En lo que va de año, 932 personas han sido detenidas en operativos conjuntos de la Guardia Costera de los Estados Unidos y el Departamento de Inmigración y control de Aduanas (ICE) al intentar ingresar a Puerto Rico como pasajeros de "yolas", botes y lanchas rápidas procedentes de la República Dominicana. La cifra casi duplica el número de inmigrantes indocumentados intervenidos por la Guardia Costera durante el año 2010, que sumaron 531. Se trata de dominicanos, cubanos y haitianos que han pagado hasta RD$76 mil (unos US$2,000) a capitanes de viajes ilegales, movidos por el ideal de llegar a Puerto Rico para mejorar su situación de vida y lograr progreso económico. En un período de tan sólo 48 horas, entre los días 13 y 14 de octubre pasado, la Marina de Guerra dominicana interceptó tres "yolas" que partieron de La Romana, Matancitas de Nagua y Cabrera, cargadas de inmigrantes indocumentados que pretendían llegar ilegalmente a Borinquen y que terminaron arrestados luego de una corta travesía en el mar...

No obstante, pese al patrullaje permanente en las costas dominicanas y a la desarticulación de unas 11 organizaciones dedicadas al tráfico ilegal de personas, las "yolas" clandestinas siguen saliendo con destino a Borinquen. El pasado 29 de septiembre llegaron a las costas de Aguada, en Puerto Rico, dos cubanos y 17 dominicanos, tripulantes de una yola de 22 pies de eslora. Posteriormente, el 18 de octubre, agentes de la unidad marítima de la Policía de Puerto Rico denominada Fuerzas Unidas de Rápida Acción -FURA- detuvieron a 16 inmigrantes ilegales dominicanos que se encontraban a 21 kilómetros de la costa. Catorce fueron repatriados y siete quedaron detenidos para ser procesados criminalmente por ingreso ilegal a Puerto Rico.

Fichados: El portavoz de la Guardia Costera de los Estados Unidos en Puerto Rico, Ricardo Castrodad, explicó a Diario Libre que como parte del protocolo de intervención, a los inmigrantes indocumentados se les toma una fotografía del rostro, además de las huellas dactilares, a fin de ingresar esa información al sistema de inteligencia del Departamento de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos. La ficha biométrica, implementada desde el año 2006, permite a las autoridades de inmigración poder identificar a los inmigrantes reincidentes en viajes ilegales. También facilita la identificación de personas que han cometido delito en territorio de los Estados Unidos y que intentan reingresar.

"La información de todas las personas intervenidas pasa al banco de datos de las autoridades federales. Las personas sin récord previo y que no presentan ningún otro tipo de complicación son repatriadas. Los inmigrantes con intentos previos de entrada ilegal son sometidos ante el tribunal de justicia de los Estados Unidos en Puerto Rico", indicó Castrodad. Sobre el particular, agregó que desde que se implementó el concepto de Prueba Biométrica, en noviembre de 2006, unos 450 indocumentados han sido procesados criminalmente en Puerto Rico.

Los reincidentes pueden enfrentar penas de dos años de prisión y una multa de hasta US$250 mil, expresó el portavoz local de la Guardia Costera de los Estados Unidos. Indicó que aunque en los últimos tres meses ha habido un incremento en la actividad de viajes ilegales, la incidencia de inmigrantes indocumentados que llegan a Puerto Rico sigue siendo mucho menor a la que se registraba en años anteriores. "En el 2004, el promedio de inmigrantes intervenidos era de 12 mil personas, entre dominicanos, cubanos y haitianos, sin embargo esa estadística ha venido bajando y se ha mantenido por debajo de mil personas durante los últimos dos años".

Explicó que la disminución es el resultado de la efectividad lograda por el acuerdo interagencial formalizado en el 2006 entre autoridades federales y puertorriqueñas, incluido un protocolo de colaboración con la Marina de Guerra para detectar las embarcaciones ilegales desde su salida de las costas dominicanas. El incremento en el número de inmigrantes intervenidos rompe la curva hacia la baja mantenida en las estadísticas de la Guardia Costera. En el primer año de aplicación del acuerdo interagencial, la cifra de inmigrantes ilegales bajó a 4,055 y a 1,860 en el 2008. En el año 2009, llegaron a Puerto Rico 1,293 inmigrantes indocumentados, cifra que disminuyó a 531 en el 2010 y que ahora muestra un ligero aumento al ubicarse en 932.

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