jueves, 9 de junio de 2011

Argentina y Uruguay cerraron su espacio aéreo.

Las cenizas lanzadas por el volcán chileno Puyehue hacen imposibles los vuelos comerciales. Por seguridad, no hay arribos ni partidas de los aeropuertos internacionales de Buenos Aires y Montevideo...

Todos los vuelos internacionales y de cabotaje de los dos aeropuertos de Buenos Aires, los dos más importantes de Argentina, fueron suspendidos por el polvillo del volcán chileno. "La nube de cenizas está a unos 9 mil metros de altura sobre Buenos Aires y los aviones vuelan a una altura promedio de 10 mil metros", explicó un vocero de la empresa Aeropuertos 2000, que opera ambas terminales aéreas.

En tanto, la mayoría de los aeropuertos de la Patagonia argentina continúan cerrados tras la erupción del sábado 4 de junio. El comité de crisis formado por autoridades aeroportuarias, de seguridad y meteorología volverá a evaluar la situación en la tarde del jueves.

La nube de cenizas también llevó a cancelar la mayoría de los vuelos del aeropuerto internacional de Montevideo y, en las próximas horas, las compañías aéreas definirán qué sucederá con el resto de los vuelos previstos para la jornada, según la página web del aeropuerto. De hecho, el propio mandatario José Mujica debió cancelar su viaje a Buenos Aires por la ceniza.

El último vuelo que aterrizó en Montevideo fue a la madrugada de este jueves. La Dirección Nacional de Meteorología uruguaya emitió una advertencia de "riesgo meteorológico importante" (naranja) para todo el país por la presencia de ceniza volcánica. Según el reporte, se prevé una reducción significativa de la visibilidad hasta el viernes 10 de junio.

La erupción: El complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle entró en erupción el sábado 4 de junio y obligó a evacuar a unas 4 mil personas de 22 localidades rurales chilenas. El complejo volcánico se extiende a lo largo de 15 kilómetros entre las regiones sureñas de Los Lagos y Los Ríos, en una zona de escasa densidad de población. Su última gran erupción había sido en 1960, tras el terremoto de 9,5 grados Richter en Valdivia.

Los vientos arrastraron las cenizas de la erupción del complejo volcánico a varias ciudades del sur argentino que alertó la presencia de cenizas y piedras volcánicas en el aire, como las turísticas Villa La Angostura y Bariloche.

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