El desfile, al responder con la incoación legal, dijo que el ejecutivo municipal, está violando los derechos de expresión de los dominicanos de New Jersey, porque está imponiendo una restricción que limita el ejercicio de esa libertad. Joel Ramírez, vocero del desfile que celebraría este año su 22 aniversario, dijo que se han realizado varias reuniones con el alcalde de Paterson, tratando de llegar a un acuerdo, pero el ejecutivo se ha tranzado en la referida cantidad arguyendo que la ciudad tiene que pagarles horas extras a policías, empleados de limpieza de la alcaldía y otros gastos.
Jeffrey le ha dicho al comité que si quieren realizar este año, tienen que desembolsar la alta suma o de lo contrario, peligra la celebración del evento. “Tenemos el derecho de marchar y además ¿por qué tenemos que pagar si se supone que tienen que protegernos y proporcionar la limpieza de todos modos?”, expresó el jurista. Detalló que se han hecho cuatro reuniones con el alcalde, pero desde que Jeffrey se juramentó, ha dejado en claro que la ciudad no soporta los gastos del desfile. “Dice que es muy costoso para el municipio”.
La demanda, sometida ante la División de Derechos de la Corte Superior de Paterson, será conocida por el juez Thomas Brogan mañana martes 19 de julio. Los demandantes están representados por la abogada Susan Champion. El desfile se celebra en septiembre de cada año y según Ramírez, a los organizadores se les está yendo el tiempo para hacer el montaje del evento que atrae a millares de criollos, inmigrantes de otras nacionalidades, alcaldes, el gobernador, destacados líderes políticos y comunitarios y estrellas de la música y el deporte. El desfile peruano tuvo que ser cancelado por los mismos motivos, mientras que los turcos decidieron no seguir haciéndolo en Paterson y movieron el evento a la ciudad de Clifton.
El alcalde Jones sostuvo que el municipio no se puede dar el lujo de pagar por el desfile, luego de haber tenido que despedir a 200 empleados, incluyendo 125 policías debido al déficit fiscal. Indica el edil que es preferible hacer que el desfile dominicano pague o que no celebre, pero la ciudad no puede ser sacrificada y se estaría ahorrando $500.000 dólares al no cubrir los costos de ese y otros desfiles. “No existe ningún derecho en la constitución que nos obligue a no cobrarles a los desfiles. La ciudad nunca había estado bajo tanta presión financiera como ahora y no tenemos dinero”, precisó el alcalde. “Si tenemos sólo 50 policías para un evento y a alguien le sucede algo, quién va a ser el responsable por la seguridad de los participantes?”, se preguntó. En otras ciudades de New Jersey, las alcaldías cobran a los organizadores de los desfiles por los servicios que prestan sus empleados. En el caso de Bergen, es tradicional que se pague esa factura y el Desfile del Día de la Raza en Hackensack también paga más de $50.000 dólares al municipio.
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