viernes, 1 de julio de 2011

Tennis: Novak Djokovic, nuevo número 1 del mundo.

El serbio venció a Jo Wilfred Tsonga 7-6 (4), 6-2, 6-7 (9) y 6-3 en la semifinal de Wimbledon, lo que además del pase a definición del Grand Slam le permite desplazar a Rafa Nadal de la cima del ranking mundial...

Con este avance "Nole" puso fin a siete años del "duopolio" de Federer y Nadal. "Mis sueños se hicieron realidad, y ésta es la experiencia más formidable que tuve en una cancha de tenis", aseguró el tenista balcánico tras sellar su victoria con un servicio a más de 195 kilómetros por hora. "Trabajé toda mi vida para esto, soñé con jugar la final en Wimbledon, y estar ahí el domingo será probablemente la mejor sensación", añadió Djokovic, de 24 años y quien se transformó en el primer jugador en la historia de su país en alcanzar la cima del escalafón mundial. Algo que se hará oficial el lunes cuando la ATP publique la clasificación a Wimbledon, en la que Nadal dejará el "1" para pasar al segundo puesto.

Pero a pesar del final feliz Djokovic jugó este viernes un partido lleno de nervios, seguramente con el recuerdo de una situación idéntica en la que fracasó un mes atrás: la semifinal de Roland Garros ante Federer. Sin embargo, "Nole" supo imponerse a la genialidad mezclada con irregularidad que suele ofrece Tsonga, 19º en el ranking y que hasta ahora había vencido al serbio en cinco de sus siete enfrentamientos.
El court central del All England Club fue testigo de puntos espectaculares y de un tenis tan físico como talentoso, con Tsonga literalmente volando en pos de voleas imposibles que, tras ganarlas, levantaban al público de sus asientos. El francés, dueño de golpes y un saque supersónicos, debió haberse quedado con el primer set, pero lo perdió víctima de su irregularidad. Pero cuando nadie lo esperaba el deportista muy parecido físicamente a Muhammad Ali superó dos match points en el tie-break del tercer set y se llevó el parcial. En ese momento del partido Djokovic, visiblemente nervioso, se fue a su silla pensando qué hacer. Aunque la solución le llegó más fácilmente de lo esperado, ya que recuperó la iniciativa y Tsonga volvió a fallar en los momentos clave.

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