Desesperado por salvar la vida de su pequeño hijo, un padre confesó que, a escondidas de los doctores, le daba aceite de marihuana medicinal para curarlo de un tumor cerebral. Increíblemente, el pequeño hoy no tiene ningún rastro de la maldita enfermedad. La historia comenzó en junio de 2009, en la localidad de Montana, en Estados Unidos, cuando el pequeño Cash Hyde cumplió un año. Mike, su papi, lo llevó al doctor porque pasaba enfermo. Tras varios exámenes, los especialistas detectaron un peligroso tumor cerebral de casi seis centímetros. De acuerdo a la cadena de noticias KXCY, Cash comenzó con las quimioterapias para tratar de disminuir el tamaño del tumor. ¿El problema? La fuerza de los medicamentos volvió aún más débil al pitufín, que tras las sesiones vomitaba, sufría de infecciones sanguíneas e insomnio, además debía pasar 40 días sin comer. Para colmo, las probabilidades de una operación exitosa eran de casi el 10%. La situación era crítica y el paciente estaba más cerca de la muerte que de salvarse. Ante la desesperación, Mike decidió darle sin permiso de los doctores un poco de "medicina natural". Consiguió unos tubos con aceite de marihuana medicinal y se los dio al chiquitito en forma intravenosa. Coincidencia o no, el menor comenzó a reaccionar de mejor manera ante las quimios y a ganar peso. Poco a poco el tumor comenzó a reducir su tamaño. Casi como un milagro, unos meses después el pequeño Cash salía del hospital sin tumores. Hace una semana y con tres años de edad, fue declarado oficialmente libre de cáncer. "Sé que es controversial y da miedo, pero no hay mayor temor que perder un hijo", se defendió Mike, quien está seguro de que la cannabis salvó a su peque. "Les quise decir a los doctores que probaba marihuana, pero temía que me lo quitaran", confesó a la cadena gringa.
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